Para cubrir las 2.225 plazas de la OPE de este año y las 4.300 previstas para 2019 y 2020 se hará en algunos casos mediante concurso-oposición y en otros, solo con oposición. La diferencia es que en la primera modalidad se tienen en cuenta los méritos del aspirante y no solo el examen. De esta manera se facilita que personal temporal de la Administración autonómica pueda estabilizar su plaza. El objetivo es rebajar la tasa de temporalidad en la Xunta a menos del siete por ciento.

Para lograrlo los méritos del aspirante pesarán un 40 por ciento en el resultado final de la oposición y el examen, el otro 60 por ciento.

En los méritos se valorará sobre todo la antigüedad (pesará un 35 por ciento), mientras que los cursos de formación realizados contarán un 5 por ciento.

En el caso de la funcionarización el sistema de selección será siempre concurso-oposición y estará dirigido exclusivamente al personal laboral de la Xunta. Aún así, Feijóo aclaró ayer que si quedan plazas sin cubrir se sacarán a acceso libre.

El proceso consistirá, por un lado, en un examen tipo test que se puntuará del 1 al 10. Habrá que sacar como mínimo un 5 para aprobarlo.Y, por otro lado, se valorarán méritos como la antigüedad, los procesos superados para el acceso a la categoría laboral o los cursos de formación. Pesarán en conjunto un 40%.