La incorporación de la línea Vigo-Oporto al Corredor Atlántico de mercancías ferroviarias ha consumido una nueva etapa, que si no es definitiva, sí resulta crucial, ya que el pleno del Parlamento europeo ratificó ayer su inclusión al asumir como propio el acuerdo alcanzado el pasado 22 de noviembre por la Comisión de Transportes e Industria de la Eurocámara en el que se solicitaba un nuevo estatus para el tren Vigo-Oporto. Esta decisión, en última instancia, le abre la puerta a partir de 2021 a fondos comunitarios para financiar su modernización, pero tan importante como esto es el hecho de garantizar la visibilidad de esta línea para las grandes compañías logísticas que operan en Europa y su participación en una gestión coordinada del corredor para conseguir la máxima eficacia en el transporte de mercancías por ferrocarril.

La importancia de la votación realizada ayer por el pleno del Europarlamento es que fija su posición sobre el Mecanismo Conectar Europa, del que salen los fondos para financiar las redes transeuropeas de transportes, y se convierte en "mandato vinculante", de forma que el documento conservará todo su valor aunque se disuelva el Parlamento antes de su aprobación definitiva.

Con este "mandato" ahora se inicia la fase final para decidir qué líneas ferroviarias se incorporarán al Corredor Atlántico, que consiste en establecer una negociación entre la Eurocámara -que acudirá con su posición fijada ayer-, el Consejo de la UE y la Comisión Europea para acordar un texto común, que luego tendrá que ser refrendado, ya de forma definitiva, por el Parlamento y el Consejo de la UE.

En el "mandato vinculante" figura también la inclusión en el Corredor Atlántico de la línea A Coruña-Vigo-Ourense-León, si bien su tramitación fue distinta. La incorporó a principios de año la Comisión Europea en su propuesta a petición del Gobierno español. Inicialmente, al igual que Asturias y Cantabria, Galicia quedaba excluida totalmente de las red transeuropea de transporte. Pero la línea Vigo-Oporto no aparecía. Quienes propusieron su incorporación fueron dos eurodiputados portugueses, que utilizaron la vía de la Comisión de Transportes e Industria.

En todo caso, la doble presencia de Galicia en el Corredor Atlántico fue refrendada ayer por el Parlamento europeo, lo que le otorga la opción de financiar con fondos comunitarios la modernización de la línea ferroviaria interior de Galicia (cambio de trazado, electrificación, construcción de plataformas para el intercambio de mercancías) y conectarla con los puertos. Pero no garantiza la concesión directa de las ayudas, porque el reparto se hace por concurrencia competitiva y solo se financian los proyectos más sólidamente presentados por los respectivos gobiernos.