Entre 2010 y 2017, coincidiendo con la crisis económica, la edad en la que las gallegas son madres se elevó en un año, pasando de 31,7 a 32,7 años. Galicia es la comunidad con la maternidad más tardía. La media estatal es de 32 años justos. Y esto tiene sus consecuencias, "se reduce el período fértil y hay menos posibilidades de tener más hijos", y además se eleva el gasto sanitario, pues las gestantes, cuanto más mayores, exigen más atenciones y controles médicos, explica Carlos Ferrás, profesor de Geografía Humana y experto en demografía.

Cada vez tardan más las gallegas en dar el paso de ser madres, pero coincidiendo con la crisis la demora en la decisión de tener un hijo se elevó más. ¿Por qué? "Porque la prioridad es encontrar un trabajo, tener estabilidad laboral y desarrollar una carrera profesional, y si eso está en riesgo, por prudencia, desde una posición conservadora se aplaza la decisión de tener descendencia", razona Ferrás.

La decisión personal de tener hijos y posponer este proceso por parte de las parejas tiene sus riesgos, pues la fertilidad de la mujer disminuye progresivamente con la edad y, de forma más llamativo, a partir de los 35 años. A los 40 años, según los expertos médicos, la probabilidad mensual de embarazo es de 8% y a los 42 menor de 5%.

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Si se mantiene el ritmo de crecimiento actual, en catorce años, la edad media de las mujeres para ser madre rozaría los 35 años, circunstancia que agravaría la crisis demográfica que vive Galicia. Hace dos días, el INE revelaba que en el primer semestre de año se registró la cifra más baja de nacimientos en 77 años, y no se puede ir para atrás, porque no hay registros oficiales.

La crisis económica empeoró el invierno demográfico de la comunidad, pero en Galicia desde hace décadas las mujeres optan por intentar un embarazo cada vez más maduras.

Hace diez años, la edad media era de 31,4 años, en 1997, tenían 29,7 años, y en 1987, 27,5. La incorporación al mercado laboral de la mujer explica que se retrase la maternidad, pero también influyen cambios sociales y culturales.

¿Qué hacer para que las mujeres se animen a tener hijos y tenerlos antes? "Hay que acometer un giro profundo y estructural de las políticas. Los chequé bebe son un fracaso. Las parejas no tienen más hijos por una ayuda puntual. Hay que pasar de las políticas de natalidad a las de crianza, convirtiendo Galicia en un lugar apetecible para vivir, donde haya trabajo y además medidas para conciliar trabajo y familia, sin tener que renunciar a ninguna de las dos", explica Ferrás.

"Galicia necesita un plan de desarrollo económico realista que identifique oportunidades y elimine obstáculos, y que incluya reformas en el la educación y el sistema productivo", defiende este experto en demografía de la Universidade de Santiago. También abunda en que "ahora mismo la comunidad necesita primero de todo asegurar la conciliación familiar y laboral y crear un ambiente social dispuesto al cambio, para asumir que no podemos seguir".

"Ahora mismo necesitamos 4.000 hogares nuevos por año con más de dos miembros para frenar el saldo vegetativo negativo. Y ahí hace falta una política inmigratoria realista porque necesitamos más inmigrantes pero también tener condiciones socioeconómicas adecuadas para no crear más conflictos. Galicia atrae emigrantes pero no logra frenar la emigración de jóvenes cualificados", lamenta Ferrás.

"Hay demanda de mano de obra en barcos, pesca, naval, servicios como cuidado de ancianos, limpieza? pero no ha mercado de trabajo cualificado suficiente. Y el sector público no puede ser la única vía".