La crisis demográfica se agrava en Galicia, que en el primer semestre del año registró el peor saldo vegetativo del país: con 9.135 fallecimientos más que nacimientos. Las muertes (17.447 en seis meses) más que duplican los partos (8.312). Y además nunca hubo tan pocos nacimientos en la comunidad. El Instituto Nacional de Estadística registra los datos desde el año 1941, y el primer semestre de este año es el peor dato de partos en los últimos 77 años, con 8.312 nacimientos, 607 menos que en el mismo periodo del año pasado.

El declive es brutal si echamos la vista más atrás. Hace diez años en Galicia nacían 11.434 niños entre enero y junio; en 1978, 22.259; en 1968, 25.109 y en 1948, 31.165. Hace siete décadas, había cuatro veces más nacimientos que en la actualidad.

Galicia vuelve a registrar un récord histórico con 9.135 fallecimientos más que nacimientos en el primer semestre de año, pues hace un año el balance siendo negativo era más bajo: - 7.908

Los nacimientos, de enero a julio de 2018, han caído un 6,75% en un año. En cambio, las defunciones se elevaron un 3,7%. El saldo vegetativo de Galicia es el peor por comunidades, seguido del de Castilla y León (-7.857) y el de Comunitat Valenciana (-5.959). Solo es positivo en tres autonomías: Madrid, con 3.714 personas más; Murcia (997), e Islas Baleares (428).

En Galicia, la tasa bruta de natalidad es de 6,82, la de mortalidad es de 11,82, la de mortalidad infantil de 2,22 y la de nupcialidad 3,44. La edad media a la maternidad es de 32,8 años.

El catedrático de Sociología en la Universidad de A Coruña, Antonio Izquierdo, atribuye la caída de la natalidad a que "se retrasa el primer hijo y se retrasa tanto que al final solo se tiene uno o no se tiene ninguno" . Además, "aumenta la infecundidad voluntaria, es decir, el número de mujeres que no quieren tener hijos, y la involuntaria, aquellas que aunque quieren no pueden tenerlos".

España y Galicia, explica Izquierdo, han realizado la "transición demográfica" que consiste en variar de un régimen de alta mortalidad y alta fecundidad a un régimen de baja mortalidad y baja fecundidad. Este tránsito se debe a "la modernización económica" o a que las familias ya no necesitan tener tantos hijos para que sobrevivan.

También comenta que aumenta la mortalidad por el envejecimiento de la población, pero no porque aumente la intensidad de la mortalidad que está "en mínimos".

De cara al futuro, el sociólogo opina que España y Galicia "van a seguir igual, en un régimen de baja fecundidad, como todos los países europeos, que envejecen y tienen un número inferior de hijos".

A nivel estatal, también se contabilizan más defunciones que nacimientos. A lo largo de los seis primeros de 2018 murieron en España 226.384 personas mientras que nacieron 179.794, por lo que el crecimiento vegetativo también sigue en tendencia negativa, en 46.590 personas e igualmente supera al del mismo periodo del año anterior (-30.738).

El INE también daba cuenta ayer de los matrimonios. Galicia es la comunidad donde más descenso de los casamientos hubo (-14,7%), seguida de Madrid (-14,1%) y Extremadura (-10,2%). Por el contrario, los mayores aumentos se anotaron en Cantabria (6,8%), La Rioja (5,6%) y Canarias (1,1%).