Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Evolución de la demanda del sistema universitario gallego

Los grados de ciencia y tecnología pierden un 25% menos de universitarios en un lustro en Galicia

-La matrícula universitaria en general entre estudiantes de nuevo ingreso cae la mitad - Los jóvenes que eligen ingenierías o ciencias no sanitarias son uno de cada cuatro

Bachillerato de excelencia científica y tecnológica, semana STEM de inmersión, actividades Maker, clubs de ciencia, packs de Robótica para las aulas de primaria, asignatura de Programación... En los últimos años, la Consellería de Educación ha multiplicado los frentes en los que se repite una misión: fomentar las vocaciones STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Los gurús del futuro aseguran que en estos campos es donde crecerán los empleos -se calculan medio millón de puestos solo para profesionales TIC en Europa en 2020- y la Xunta no quiere que Galicia se quede atrás.

Con datos del último año, sin embargo, las perspectivas no son optimistas. Las universidades, que sufren de rebote la sangría demográfica, pierden estudiantes, y no son inmunes a ese quebranto las carreras de carácter científico y tecnológico (si se excluyen las de ciencias del ámbito sanitario). De hecho, lo sufren más: el doble.

Las estadísticas muestran que los estudiantes de nuevo ingreso las eligen cada vez menos. En el curso 2013/14, el último al que permiten retrotraerse los datos del Ministerio de Educación de alumnos de nuevo ingreso, cifran para la rama de las carreras de ciencias y la rama de ingenierías y arquitectura (ciencias de la salud excluidas) un total de 4.149 estudiantes, el 31 por ciento de los que se estrenaron ese curso en la universidad. Cinco años después, los datos de nuevo ingreso (en este caso provisionales, del 2017/18) difundidos por el Ejecutivo central elevan a un total de 3.107 los inscritos que se apuntan de cero a cursar este tipo de estudios, el 27,43% de los nuevos anotados.

Es decir, en un lustro los matriculados en ese tipo de titulaciones han perdido en torno a un 12% de peso en la demanda académica. Además, en números absolutos su número se ha reducido un 25 por ciento, mientras la caída en general entre los nuevos inscritos si se analizan todas las titulaciones es de la mitad, de un 13 por ciento, al pasar de los 13.124 nuevos ingresos en 2013/14 a los 11.362 del último curso analizado, el 2017/18.

En cuanto al género de los inscritos, otra de las preocupaciones de la Administración autonómica, que considera que existe una "barrera" que hay que eliminar, los datos muestran que en el último lustro, si la separación se hace con los nuevos inscritos en carreras de ciencias (menos las de salud) e ingenierías y arquitecturas, el porcentaje de mujeres que lo intenta ha permanecido casi invariable. En 2013/14 suponían casi el 32% de los matriculados y en 2017/18 no alcanzaban a ser uno de cada tres.

En el ámbito específico de lo que la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia incluye en sus estudios (Física, Química, Matemáticas, Ingeniería en Telecomunicaciones e Ingeniería Informática), el número total de estudiantes matriculados -no solo los de nuevo ingreso- experimenta un descenso del 5 por ciento, aunque suponen un 9,4% del alumnado matriculado en el sistema universitario gallego, la segunda cifra más elevada, aparte de 2015/16.

Los datos ponen de manifiesto lo que también constata la Xunta en "DigiTalent", el documento que recoge el plan de promoción do Talento Dixital de Galicia 2020, donde asegura que la mitad de los alumnos matriculados en Bachillerato cursan la rama de ciencia y tecnología y "aunque esa cifra puede considerarse positiva y alentadora, lo cierto es que la mayoría de esos alumnos no llega a matricularse en una carrera de ámbito científico-tecnológico".

En todo caso, la formación no se acaba en la universidad y el ámbito de la FP depara también posibilidades. Según el mismo informe de la Xunta, el interés por los ciclos STEM ha ido "en aumento" durante los últimos años. En concreto, el documento de la Administración autonómica recoge que entre 2012 y 2016 los alumnos matriculados en alguno de estos ciclos se incrementaron un 26 por ciento, mientras el ritmo general de matriculaciones creció la mitad, el 14%. Las cifras son casi las mismas que las registradas en el ámbito universitario, aunque dadas la vuelta: mientras en los estudios en las facultades caen, la FP sube. En este ámbito, las titulaciones STEM pesarían un 14 por ciento.

Compartir el artículo

stats