"Quedó sin tropa", "perdió apoyos y su capacidad de influencia era cada vez menor". Esta es la explicación que dirigentes del PSdeG daban ayer a la marcha de Manuel (Pachi) Vázquez, de 64 años de edad, que fue secretario xeral del partido y candidato a la Xunta, además de conselleiro de Medio Ambiente, diputado autonómico y alcalde de O Carballiño.

"La última elección interna a la que se presentó fue para la secretaría provincial del PSOE y quedó tercero, y antes intentó ser candidato a la alcalde, y también perdió", recuerdan en el PSdeG.

"Si tuviera soldados con los que resistir, con los que plantar batalla", Pachi Vázquez no abandonaría la militancia del PSdeG, pese a los "vetos y traiciones" que él mismo denuncia, insisten las mismas fuentes. "No le falta razón en sus quejas, le han hecho muchos feos en la dirección gallega y en Ourense, y le han traicionado, pero si tuviera opciones de tocar poder o influir, no se iría del PSdeG", razonaba ayer un cargo socialista. ¿Por qué? "Porque es un yonki de la política", responde un dirigente. "Está enganchado a la política", remarca otro. Y por esta misma razón, no se creen que se vaya a su casa, aunque desde su entorno descartan su desembarco en otra formación.

Pachi Vázquez a sus próximos les ha trasladado que está a punto de jubilarse, es funcionario en la delegación de la Consellería de Sanidade en Ourense, y tiene tres nietos. Y lo único que quiere es descansar y estar con su familia. Insiste el que fue líder de los socialistas gallegos, después de que el PSdeG regresara a las filas de la oposición tras el bipartito, que no comparte la actual línea política del PSOE, algo que ya ha dejado claro en diversas ocasiones en las redes sociales, y además se siente maltratado por las direcciones autonómica y provincial del PSdeG.

En la lista de agravios incluye el no haber sido invitado al acto de proclamación de Gonzalo Caballero como candidato a la Xunta, pese a que en las primarias apoyó al político vigués para tomar las riendas del PSdeG. También mencionan desde su entorno que fue decisivo en la victoria del actual secretario provincial del PSOE de Ourense, Rafael Villarino, pero ninguno de sus fieles está en la ejecutiva ourensana.

"Válido e inteligente"

A Pachi Vázquez, que hizo sus primeros pinitos en la política en las filas del CDS, pero pronto se pasó al PSOE, sus propios enemigos en las lides partidarias le reconocen "valía, inteligencia, entusiasmo, ambición e instinto político".

Sus más acérrimos rivales prefieren recordar el ataque que le lanzó el expresidene de la Xunta Emilio Pérez Touriño, cuando tras perder la Xunta publicó un libro en el que hacía repaso a su etapa al frente del PSOE gallego y la Xunta. Touriño calificaba a Pachi Vázquez de "ambicioso, sectario y desleal".

Los más neutrales reconocen que el PSdeG, a diferencia del PPdeG, no suele tratar muy bien a sus exdirigentes, pero con Pachi Vázquez, "se han portado especialmente mal antes y ahora". "A Pachi Vázquez le montaban un escándalo por convocar el Comité Nacional con un retraso de dos semanas, y Gonzalo Caballero lleva meses sin reunirlo, y nadie levanta la voz ahora", exponen a modo de ejemplo de las diferentes varas de medir del PSdeG. ¿Razón suficiente para irse? "Fernando González Laxe fue presidente de la Xunta y estuvo años en el ostracismo, y nunca renunció al carné del PSOE", exponen para rechazar la decisión de Pachi Vázquez.

"Él dio mucho por el partido, pero el partido le dio todo, fue alcalde, diputado, conselleiro, secretario xeral y candidato a la Xunta", lamenta un dirigente socialista.

Ciudadanos, Democracia Ourensana, ... en el PSdeG no descartan en unos meses ver a Pachi Vázquez, que nació en O Carballiño en 1954 y es médico, afiliado a uno de esos partidos. Eso sí, ven más difícil la entrada en el partido de Rivera, pues debe resolver la imputación por un presunto delito de malversación siendo alcalde de su pueblo, cargo que ocupó entre 1995 y 2005. Supuestamente enchufó a 36 personas en el concello. En mayo de 2015 ya dimitió por esta imputación como parlamentario. Si se le abre juicio oral el Código Ético del PSOE fija expulsión del partido o renuncia a la militancia.