Más de siete mil gallegos prefieren adelantarse y manifestar por anticipado los cuidados y tratamientos que quieren recibir en el futuro y qué desean que se haga con su cuerpo, por si llega un momento en que no pueden manifestar su voluntad por sí mismos. De forma similar a ese documento de instrucciones previas, conocido como testamento vital, que se maneja en el ámbito sanitario, los gallegos también deben empezar a trabajar en el entorno de "cómo quiero ser cuidado, cómo decido ser cuidado".

Así lo considera la psicóloga de familia de Afaga, Maxi Rodríguez, quien explica que se trata de especificar qué cuidados se desean en un futuro porque a día de hoy, señala, están decidiendo las familias en un porcentaje elevadísimo, no solo a nivel clínico, con la asistencia del personal médico, sino también a nivel social. Hay que tener en cuenta que su asociación trabaja con familiares con demencias.

En un contexto en el que esta experta considera que va a ser más habitual la "ausencia del entorno familiar de cuidados", porque la sociedad cambia, hay menos hijos, más gente sola, ya no es habitual la familia extensa bajo el mismo techo..., entiende que hay que ver como algo "normal" o "natural" el acudir ante un notario para hacer constar quién queremos que nos tutele.

Para esta especialista también sería relevante que toda la sociedad actuase como "radar" para detectar casos de mayores con problemas, desde los vecinos a la tienda, la panadería, la farmacia, el médico... Concede que, si falta la cobertura familiar, hay que tener una "red importante" que ampare a la persona, una red social.