En medio del debate sobre la transferencia de la Autopista do Atlántico (AP-9) -la ley de traspaso de competencias se debatirá el martes en el Congreso de los Diputados- y la demanda colectiva interpuesta contra Audasa por los peajes de la autopista durante las obras, el tráfico de la vía que vertebra la comunidad gallega de norte a sur no para de crecer. En los diez primeros meses del año, 24.352 conductores han usado de media cada día la AP-9, según los últimos datos del Ministerio de Fomento. Es un 2,2% más que en el mismo periodo del año pasado y la cifra más alta desde 2011 cuando la intensidad media diaria de la autopista gallega fue de 25.173 vehículos.

Desde los máximos que se registraron en el año 2007, en plena expansión de la economía, el tránsito por la autopista gallega ha moderado su caída hasta el 10% actual, muy por debajo del desplome que se produjo en los peores años de la crisis, en los que el descenso llegó al 23% en 2013 y 2014.

Si no se tienen en cuenta las caídas que experimentó el pasado mes de marzo (-0,6%) y en abril del año pasado (-0,1%), el tráfico en la AP-9 encadena 50 meses de crecimiento y ya posee el mayor volumen de vehículos entre enero y noviembre desde 2011. El pasado mes de octubre, según los últimos datos disponibles, la circulación por la AP-9 aumentó un 2,6%.

El uso de la autopista gallega sigue con la velocidad de crucero de los últimos ejercicios, aunque en 2018 el crecimiento no es tan vigoroso como en los anteriores años. En 2014, rompió seis ejercicios seguidos de pérdidas de usuarios al aumentar un 0,4%. La recuperación se mantuvo en los tres años siguientes con subidas del 5,5%, 3,6% y 3,9%. Sin embargo, en los diez primeros meses de 2018 el crecimiento está por debajo de estas cifras (2,6%).

Mientras el tránsito por la autopista gallega sigue al alza, pese a la subida de los peajes y de los carburantes, se aviva el debate sobre la transferencia de la autopista a la Xunta. La siguiente parada será el próximo martes en el Congreso de los Diputados. Allí se debatirá la ley de traspaso de competencias de la AP-9, después de que el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), tras su llegada a Moncloa, levantase el veto del Ejecutivo de Mariano Rajoy (PP) a discutir esta medida en el Congreso.

Por primera vez, el PP facilitará en la Cámara Baja el debate. El pasado miércoles, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció que el grupo popular en el Congreso votará a favor de la tramitación de la transferencia. Eso sí, advirtió de que el sí definitivo del Grupo Popular está condicionado a que se cumplan las exigencias que plantea el Gobierno autonómico al central.

La tramitación de la normativa no implica que se apruebe tal y como ha llegado a la Cámara Baja, sino que en su periplo parlamentario los legisladores la pueden modificar en su totalidad.

Además de este frente abierto, la AP-9 tiene otro. La Fiscalía ha interpuesto una demanda colectiva contra Audasa, concesionaria de la autopista, por los peajes cobrados durante las obras de ampliación. Ayer, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, respaldó esta medida. "Siempre colaboramos con ese tipo de cuestiones", apuntó en una entrevista en la Cadena Ser, antes de incidir en que la Xunta "siempre" tiene que "colaborar con la Justicia en este tipo de casos".

Tras insistir en que la Xunta es contraria a los peajes existentes, sobre el traspaso de la autopista, valoró que los diputados y senadores del PP voten a favor, porque es una demanda unánime del Parlamento gallego, pero rechazó que el cambio de sentido de su voto se deba a que haya un nuevo Gobierno.

Además, reconoció que el traspaso no será inmediato porque después habrá que cerrar el acuerdo institucional para que la transferencia venga acompañada de los compromisos para acometer obras fundamentales.