El alumbrado navideño fue ayer objeto de debate en el Parlamento gallego. Alberto Núñez Feijóo cuestionó por segunda vez los recursos destinados por el Concello de Vigo a las luces aprovechando un debate sobre pobreza y desigualdad en el Parlamento de Galicia.

El presidente autonómico estaba replicando al portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, cuando aprovechó para afearle que acudiese a la Cámara gallega a denunciar situaciones de emergencia social en la comunidad cuando "compran un millón de bombillas en Puente Genil para mayor esplendor de una ciudad donde gobierna su partido", en alusión clara a la urbe olívica.

Feijóo también aseguró ayer que Vigo deslizó en el Parlamento para luego lanzar una recomendación al gobierno vigués: "Y por cierto, no sería malo que las bombillas se comprasen en Galicia", sentenció para cerrar la cuestión.

Abel Caballero replicó de inmediato desde Madrid para defender la apuesta realizada por su gobierno por las luces como nuevo atractivo turístico y atribuyó los reproches del dirigente popular a "su resentimiento contra la ciudad. No soporta que tenga éxito", denunció el regidor.

El alcalde se mostró sorprendido porque el presidente cuestiona que las bombillas se compren a una empresa andaluza: "Parezca querer que se cometa un delito cuando hubo una empresa que ganó un concurso público. Las bombillas no se compran, las ponen y las retiran ellos. El problema es que lo que él vaticinaba que era un fracaso ha sido un éxito del que habla toda España y no lo soporta", respondió Caballero, quien volvió a defender al gasto como una inversión rentable al asegurar que se recuperó el costo solo durante el primer fin de semana.

"Y este puente de la Constitución vamos a volver a llenar la ciudad", valoró el alcalde restando importancia a las críticas del presidente autonómico.

Es la segunda vez que el popular se refiere al alumbrado vigués. Ya en septiembre, después del vídeo viral en el que el alcalde retaba a ciudades como Nueva York o Tokio con la ya célebre frase de las "navidades top" de Vigo, el mandatario gallego apuntó que "el sentido del ridículo y el alcalde de Vigo son incompatibles".