La escasez de algunos medicamentos que no llegan desde hace unos meses a las farmacias obliga a cambiar tratamientos a los pacientes. "Cuando existe un equivalente del fármaco que falta lo solucionamos así pero en muchos casos se realiza una consulta con el doctor directamente para que busque una alternativa y las necesidades del paciente queden cubiertas", expresan farmacéuticos gallegos consultados.

La Agencia Española del Medicamento apunta que se acercan a 400 las presentaciones que escasean en las farmacias. Apunta que son los laboratorios los que están incumpliendo los acuerdos de abastecimiento a las oficinas de farmacia. En los últimos años, el sistema de revisión de precios a la baja de las medicinas financiadas por el Sistema Nacional de Salud ha llevado a un abaratamiento de dichos fármacos, hasta el punto de que son muchas las presentaciones que han bajado hasta 1,6 euros e incluso algunos menos del euro, como puede ser el caso del paracetamol. Esta disminución de los precios provoca que, en determinadas medicinas, los propios laboratorios cuestionen la rentabilidad de su producción. Ocurre, con ciertas medicinas, que el precio de producción es superior a su precio de venta en el Sistema Nacional de Salud. Desde el Ministerio de Sanidad, conscientes de que ciertos medicamentos no están llegando a las oficinas de farmacia, anuncian que van a frenar la actualización de precios a la baja. Esta situación se notará a partir del próximo mes de enero. Desde las farmacias aguardan que la decisión se perciba en la entrada de fármacos que desde el año pasado no llegan o llegan a cuentagotas. Cuando existe el genérico del fármaco, los boticarios consiguen atender al paciente. "En la práctica implica cambios en la medicación, es decir, que en función de las existencias la persona se lleva un envase u otro. Si son personas mayores esto puede llevar a confusión", expresan fuentes del colectivo. Apuntan, además, que en muchos casos los problemas de abastecimiento llevan a realizar consultas al facultativo, para asegurar que el medicamento sustituto es el correcto o para que sea el facultativo el que aconseje la mejor alternativa posible.

Precios y envíos

Hace más de un año que los boticarios notaron la falta, por ejemplo, del Kreon, un medicamento para pacientes con problemas de páncreas. En el caso del Trankimazin, por ejemplo, explican fuentes del sector que pacientes son más reacios a cambios en la presentación. En los últimos meses se nota la escasez de Adiro, un medicamento que evita la formación de trombos en pacientes con cardiopatía. El precio del Adiro está en 1,45 euros. Según fuentes del sector, en este caso sí existe genérico si bien la producción de este no es amplia. "En estos casos, aunque la caja sea distinta, les explicamos a los pacientes que no pueden dejar de tomarlo", cuentan las mismas fuentes. Desde las boticas aguardan que los problemas de abastecimiento "se arreglen pronto" para restablecer la normalidad en el despacho del conjunto de las presentaciones.