En Marea se ha roto esta tarde por completo, como colofón a una escalada de enfrentamientos motivados por la renovación de los órganos de dirección, que deja en el aire la celebración de las primarias, cuya votación se iba a iniciar las nueve horas de mañana. La comisión de garantías avanzó a media tarde que En Marea en el proceso" y que no se retomarían hasta completar una auditoría sobre el censo. Y poco después, el comité electoral informaba que el de garantías no tenía competencias para anular el proceso, que se daban todas las garantías para continuar y que, por tanto, las primarias se iban a celebrar tal como estaban previstas.

En la liza compiten dos candidaturas, la oficial del actual líder y portavoz parlamentario, Luís Villares, y la de David Bruzos, representando al sector crítico e impulsada por los mismos partidos y mareas municipalistas que en su día promovieron a Luís Villares.

Y mientras el comité de garantías está controlados por afines de Villares, el electoral está en manos del sector crítico, que acusa al actual portavoz de En Marea de "intentar un pucherazo".

El comité de garantías asegura que ha detectado una serie de anomalías, como la imposibilidad de que el responsable legal ante la Agencia Española de Protección de Datos accediera al censo de inscritos de En Marea durante 24 horas, que no aparecieran todos los integrantes de las candidaturas en la papeleta electrónica, desconocimiento de los locales de votación o la imposibilidad de verificar la validez del voto.