El anteproyecto de Ley de Cambio Climático que prepara el Gobierno central no solo sacará a los coches de combustión fuera de las carreteras a partir de 2040 sino que obligará ya en cuatro años a las ciudades de mayor tamaño a restringir el tráfico en sus vías urbanas para rebajar la contaminación. Estas limitaciones afectarán a los municipios de más de 50.000 habitantes y, por lo tanto, a las siete ciudades gallegas.

La normativa, que acaba de ser remitida a los grupos parlamentarios para su debate en el Congreso, establece que las urbes deberán adoptar "medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad". Esto supone que las ciudades tendrán que restringir en sus vías la circulación de coches de forma similar a la que ya plantean algunas capitales como Madrid.

Las exigencias, en todo caso, serán mayores para las urbes más grandes. Aquellas que superen los 100.000 habitantes, como es el caso de Vigo, A Coruña y Ourense, tendrán que entregar al Ministerio de Transición Ecológica un Plan de Energía y Clima en el año 2021 en el que establezcan qué medidas van a adoptar para reducir las emisions contaminantes y facilitar un entorno más sostenible.

Las restricciones en el tráfico que quiere imponer el Gobierno afectarían a 138 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, de las cuales 60, con más de 100.000, estarían obligadas a presentar un Plan de Energía y Clima con medidas concretas.

La idea es que se limite la circulación de vehículos y, en su lugar, se faciliten desplazamientos a pie o en bicicleta y que se mejore el transporte público, que también deberá adaptarse al nuevo contexto para luchar contra la contaminación. El Gobierno propone que se electrifique la red de transporte colectivo o bien se usen combustibles que emitan gases de efecto invernadero. Asimismo se fomentará el uso de medios de transporte eléctricos privados para lo que deberán incrementarse los puntos de recarga.De hecho, obligará a las estaciones de servicio que tengan mayor volumen de ventas a convertirse en 27 meses en electrolineras.

En España Madrid ya es pionera en imponer estas restricciones. A partir del 30 de noviembre el centro de la capital española se cerrará al tráfico salvo para residentes o para vehículos que circulen sin emisiones.

En Galicia la ciudad de Pontevedra ha peatonalizado también parte del centro urbano, donde se da prioridad a los peatones.

El anteproyecto de Ley de Cambio Climático busca, con estas medidas, reducir las emisiones en España en 2030 en un 20 por ciento con respecto a 1990 y un 90 por ciento en 2050.

Una de las medidas de más impacto será la prohibición de matricular nuevos vehículos particulares diésel o gasolina. Se deja la puerta abierta, sin embargo, a las furgonetas de reparto y vehículos de transporte.