La Consellería de Economía está inmersa en la transformación del Servizo Público de Emprego en una doble vertiente, una enfocada a la reestructuración del funcionamiento interno y la plantilla, y otra para dar el salto tecnológico y avanzar hacia una oficina virtual que facilite las gestiones de los parados y, al mismo tiempo, amplíe sus oportunidades para conseguir un puesto de trabajo. La transformación se completará a lo largo del próximo año y la remodelación es considerada por los sindicatos como la mayor efectuada por la Xunta desde la asunción de las competencias.
Este proceso de "modernización" busca adaptarse al universo digital con el que "dar una respuesta adecuada" a las demandas de los actuales usuarios, tanto parados como empresas, y también "mejorar las condiciones del personal" de las oficinas de empleo, si bien sobre este último aspecto discrepan los sindicatos, pues consideran que se recortan plazas.
La primera consecuencia es que se modifica la relación entre la persona desempleada y la Administración. Su presencia física ya no es necesaria en las oficinas de colocación para conocer las ofertas de trabajo que se ajusten a su perfil. Se ahorran los desplazamientos periódicos. La razón es que se ha puesto en marcha un nuevo portal web en el que se difunden en tiempo real las ofertas de trabajo activas. "Hasta ahora, para conocerlas, el usuario tenía que desplazarse hasta su oficina de empleo", explica la Consellería de Industria.
El viejo modelo, que exige la presencia física del interesado, se mantendrá también, pero toda la información se colgará en la web, con lo cual se le facilitan las gestiones.
Además, la oficina digital permitirá ampliar las oportunidades de encontrar un empleo al parado, dado que cualquier usuario podrá, además de enviar su perfil profesional y curriculum vitae, optar a los puestos de trabajo que se oferten en cualquiera de las 53 oficinas de colocación de la comunidad autónoma. El único requisito es ser demandante de empleo y contar con una clave personal que se facilita de forma inmediata en cualquier oficina.
Hasta ahora, la búsqueda, por lo general, se circunscribía al área geográfica más próxima, pero con el nuevo sistema, se accede a todo el ámbito autonómico.
Este servicio comenzó a aplicar se el pasado mes con la difusión de 1.554 ofertas y la puesta en contacto de 2.807 demandantes de empleo con las empresas.
En todo caso, el papel del Servizo Público de Emprego es más bien limitado, dado que de todas las bajas por colocación registradas tan solo un 4% tiene su origen en una oferta de trabajo llegada o gestionada desde estas oficinas, aunque antes de la crisis llegó al 20%.
La oficina virtual también servirá para que los desempleados puedan buscar y elegir tanto los cursos de formación disponibles como los centros en los que se imparta.
Y el próximo año se posibilitará que las propias empresas puedan difundir sus ofertas en el portal del Servizo Público de Emprego e interactuar directamente con las personas desempleadas. Y aunque la Xunta supervisará y controlará esta relación, su papel como mediador se reducirá al mínimo. Ya no será necesario que las oficinas reciban la ofertas para luego gestionarlas y seleccionar a los perfiles más idóneos para ponerlos en contacto, sino que esta relación se podrá realizar directamente sin intermediarios.
En cuanto a la reestructuración interna, las 53 oficinas se clasificarán en cuatro tipos en función de sus servicios y número de personas que atienden. El primero lo conformarán 7 de ellas, una por cada ciudad, que asisten a más de 6.000 personas al año y que funcionarán como coordinadoras de los servicios de empleo de su área geográfica (en el caso de Vigo, formada por Baiona, A Cañiza, A Guarda, O Porriño, Ponteareas e Tui).
Por debajo de este nivel estará el segundo grupo, de 14 oficinas, que también atienden a más de 6.000 personas; un tercero de 18, que asisten a entre 2.501 y 6.000 desempleados; y las 14 últimas, que no atienden a más de 2.500 parados al año.
