Concienciación y sanción. Es la receta que aplicarán las administraciones para atajar el "inadmisible" balance de siniestralidad en las carreteras gallegas. En lo que va de año, las salidas de vía, colisiones y atropellos dejaron 92 fallecidos en la red viaria de la comunidad, 25 más que el mismo periodo del año pasado, unos datos que convierten a Galicia en el territorio donde más ha aumentado la accidentalidad mortal. En la reunión extraordinaria de la comisión autonómica de Tráfico y Seguridad Vial celebrada ayer en A Coruña, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, reconoció "inquietud" y "preocupación" por las negras estadísticas de siniestralidad por lo que tocará aplicar "mano dura contra el infractor", prestando especial vigilancia a las carreteras donde más repuntó la accidentalidad, en gran medida, adujo, por el aumento de la velocidad media en los últimos años tras la mejora de las infraestructuras viarias.

Finalizado el encuentro, Losada definió las dos líneas de actuación en las que se centrarán Gobierno, Xunta, diputaciones y concellos para frenar las distracciones, el exceso de velocidad o el consumo de alcohol y/o drogas al volante y concienciar del salvavidas que supone el uso del cinturón de seguridad. Representantes de las corporaciones provinciales y ayuntamientos participaron ayer por primera vez en la comisión ya que "gestionan un parte importantísima de la red viaria de Galicia", tanto a nivel de conservación de carreteras como de gestión de tráfico por parte de las policías locales.

La primera línea de actuación incluye campañas de concienciación y vigilancia específica para los colectivos vulnerables -peatones, personas mayores y cicloturistas-. Pero esa tarea de educación, según advirtió Losada, irá acompañada de "mano dura contra el infractor", en especial en la lucha contra el uso del móvil al volante, la ausencia del cinturón o el consumo de alcohol y drogas.

La segunda vía se centrará en las propias infraestructuras. El delegado del Gobierno recordó que los más de 2.500 kilómetros de red de carreteras del Estado en la comunidad sostienen casi el 50% del tráfico y concentran un tercio de los accidentes. En los último meses, Fomento invirtió 24 millones de euros para mantenimiento en Galicia para así "mejorar la seguridad". Sin embargo, Losada advirtió de que esta mejora de las infraestructuras se tradujo en un aumento de la velocidad media. "Exigirá un esfuerzo añadido de las autoridades para atajar estas conductas", advirtió a los conductores que pisan más de la cuenta acelerador.

El balance de los diez primeros meses del año permite tener una radiografía de los factores que inciden en la accidentalidad en la red viaria gallega. Del total de víctimas el 85% se produjeron en carreteras convencionales, las más peligrosas por ser las más conocidas para los usuarios. En autopistas y autovías se registraron 9 víctimas mortales y 5 en caminos vecinales o pistas.

A finales del año pasado la Xunta impulsó una estrategia para eliminar de las carreteras de titularidad autonómica todos los tramos de concentración de accidentes hasta el año 2020. El plan incluía 98 actuaciones en 52 puntos negros, con una inversión de 12,3 millones. Un año después, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, reclamó el Gobierno central que siga el ejemplo que del Ejecutivo gallego y elimine en la red de carreteras del Estado en Galicia los tramos de concentración de accidentes.

Durante su participación en la comisión autonómica de Tráfico advirtió de que todas las administraciones tienen que estar "atentas y tensas" ante los accidentes viarios.