La previsión es que las obras del AVE entre Galicia y Madrid se terminen a finales de 2019 y que la explotación comercial arranque en una fecha todavía sin determinar de 2020. Pero muy poco o nada se sabe de la frecuencia con que circularán los trenes en cuanto comience a funcionar la línea de alta velocidad. Sin embargo, el estudio informativo que servirá para ampliar la estación de tren Madrid-Chamartín sí ofrece una proyección de frecuencias y demanda, dado que en esta terminal acabarán los trenes procedentes de Galicia y se debe calcular su capacidad. Y según este informe, serán ocho los trenes de alta velocidad con destino Vigo y A Coruña que circularán en cada sentido al día a partir de 2020, más otros dos, de rodadura desplazable, que tendrán por destino Lugo. En total, diez relaciones, cuatro más que las que están operando actualmente.
Los horarios se desconocen, tan solo que circularán entre Galicia y Madrid diez trenes en cada sentido y día. Y esta programación seguirá hasta el año 2030, cuando se sumen dos convoyes AVE más a los ocho previstos. En todo caso, esta planificación puede sufrir modificaciones. Aunque la proyección de la futura demanda de viajeros y frecuencias de los servicios es fundamental para dimensionar correctamente la ampliación de Madrid-Chamartín, no es una programación cerrada.
Los seis servicios por sentido que ahora mismo están funcionando regularmente pasarán a ser ocho de alta velocidad en 2020, desplazándose todo el trayecto en vía de ancho internacional, mientras que otros dos seguirán con el sistema de rodadura desplazable, lo que les permitirá pasar de ancho internacional al ibérico, pensando en dar servicio a Lugo y Ferrol.
En todo caso, la previsión realizada por la Subdirección de Programación de Inversiones de Adif y Análisis de Demanda de Adif Alta Velocidad, contiene una singularidad en las frecuencias con destino u origen en Galicia que comparte con el País Vasco. Y es que los trenes serán composiciones dobles. Esto es, desde Madrid funcionará como un solo tren hasta Ourense, donde ahí se dividirá una parte para Vigo y otra para A Coruña. Y en sentido contrario, los convoyes se unirán en Ourense para continuar como una sola unidad hasta la capital española.
Para el experto en ferrocarriles e ingeniero técnico de obras públicas, Xosé Carlos Fernández, este funcionamiento como composición doble limita las frecuencias a la mitad, ya que de la otra forma, operando de forma independiente, habría ocho relaciones con Vigo y otra ocho con A Coruña. Además, le ve un problema añadido, y es que la puntualidad estaría siempre supeditada al correcto funcionamiento de ambos trenes en el Eje Atlántico.
En cuanto a la demanda, Adif prevé duplicarla en solo tres años. En 2016 los usuarios de ferrocarril entre Galicia y Madrid ascendieron a 758.000 en total, una cifra que se mantendrá, según el pronóstico, con una leve mejoría hasta 2020. A partir de ahí se daría el salto, acercándose el número de viajeros hasta los 1,7 millones. La cifra iría subiendo hasta los más de 1,9 millones en el año 2040.
La duración actual de los viajes entre Vigo y Madrid superan ligeramente las seis horas y el próximo año, cuando entre en servicio el tramo Zamora-Pedralba de la Pradería, el trayecto se reducirá en un hora, para a partir de 2020, ya con toda la línea operativa, quedar recortado a solo tres horas y veinte minutos. Cinco minutos menos durará el viaje a A Coruña y diez menos hasta Pontevedra.
Desde Santiago el trayecto, una vez completadas las obras, será de dos hora y cincuenta minutos, mientras que desde Lugo se acercará a las cuatro horas y desde Ferrol será necesario invertir casi una más. Por su parte, Ourense estará a solo dos horas y cuarto de le capital española.
