La Guardia Civil ha intervenido siete cepos para la captura ilegal de animales salvajes, que estaban a la venta en una chatarrería situada en Sarria (Lugo). La tenencia y comercialización de estos cepos o trampas no selectivas están prohibidas por ley y se considera infracción administrativa en diversas normativas de protección de la fauna y en normativas específicas de caza. Pero su uso se considera un delito contra la fauna, recogido en el Código Penal.