La derrota en las primarias para liderar Podemos Galicia ha provocado que Carolina Bescansa, una de las fundadoras de la formación, abandone la política, aunque manteniéndose como militante de base. La compostelana dimitirá como diputada en el Congreso cuando concluyan los trabajos en las dos comisiones en que participa actualmente, la que investiga la presunta financiación ilegal del PP y la subcomisión sobre la reforma electoral. Calculó que los dictámenes se entregarán a finales de marzo. A partir de entonces, regresará a la docencia universitaria en Madrid.

El adiós de Bescansa cerrará una etapa en un partido que nació en 2014 como canalización de parte de la rabia social generada por la crisis y sus efectos sobre las clases populares. Del núcleo que registró la formación, queda Pablo Iglesias como líder, sin apenas oposición interna. Fuera del ámbito institucional está Juan Carlos Monedero -único que apoya a Iglesias- e Íñigo Errejón buscará acomodo en la política madrileña tras ser derrotado en Vistalegre II.

Tras aquella cita, Bescansa ya había sido condenada al ostracismo. Primero se opuso a la estrategia de Iglesias sobre la búsqueda de una alianza con el PSOE para desalojar al PP de Rajoy en 2015. Luego, se filtró una oferta a Errejón para desbancar en 2020 a Iglesias del mando de Podemos, lo que supuso la puntilla: de número 3 pasó a las últimas filas del grupo confederal en el Congreso.

Liderar Podemos Galicia suponía su última oportunidad de tener peso sobre la organización, pero fue derrotada por Antón Gómez-Reino -este consideró ayer la decisión de Bescansa como "políticamente madura"- en un proceso que arrancó con críticas de Iglesias. Aun así, reivindicó su fidelidad al partido. "Nunca dejaré Podemos", proclamó rodeada de miembros de su candidatura.

Aun así, Bescansa defendió su trayectoria. "Aposté por facilitar el cambio político en España cuando podía producirse a pesar de que eso puedo suponer un gran riesgo. Sigo pensando que no me equivoqué", expuso. "En todo el camino opté siempre por decir lo que pensaba, porque creo que eso debe ser Podemos, un lugar donde todos y todas digamos lo que pensamos. Opté por defender la diferencia y la pluralidad como fuentes de riqueza dentro de Podemos. Opté por apostar siempre por una toma de decisiones deliberativa, pero también más democrática en su sentido más procedimental, y opté por pedir la institucionalización de las formas y los procesos. Y como es bien sabido opté por hacerme a un lado cuando no estaba de acuerdo. Nunca he aceptado argumentos de fuerza o de poder", expuso.

Fuera de las direcciones estatal y autonómica -no optó al Consello Cidadán Autonómico, sino solo a la Secretaría Xeral, consulta en la que perdió por 45% a 55%-, Bescansa recordó que ya había "hecho política" antes de la fundación de Podemos y mantendrá la misma actitud. "La policía se hace en las instituciones, pero también en la calle, en los puestos de trabajo", ilustró.

"He aportado lo mejor de mí, he puesto sobre la mesa mi capacidad de análisis y ayudé cuanto pude", expuso la compostelana sobre un partido que considera la "única garantía" de defensa de "las mayorías frente a las minorías, de los muchos contra los pocos".

De hecho, puso su capacidad a disposición de la nueva cúpula gallega de Gómez-Reino, de quien espera que "sepa reconocer e integrar el talento" de los doce miembros de su candidatura en un Consello Autonómico en que el secretario xeral cuenta con 16 asientos más el suyo.