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La Historia en selectivo abarcará toda la materia pese a las críticas de los profesores

El contenido se amplía: de la Prehistoria hasta el siglo XX -El equipo encargado de la prueba apunta que así lo marca la Lomce y los centros trabajan con esa previsión

Estudiantes durante las pruebas de selectividad de septiembre. // FdV

El examen de Historia de España de selectividad de este curso abarcará toda la materia: desde la Prehistoria hasta el siglo XX. Será distinto al de la ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) del curso académico pasado y de los anteriores, entrando más temas, por la adaptación a la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Así lo indica el grupo de trabajo encargado de elaborar la prueba para la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG) y que ya tiene el nuevo modelo de examen.

Si hasta ahora el alumnado se examinaba de los siglos XIX y XX, y en la ABAU de 2018 se incluyó también el XVIII, a partir de ahora caerá toda la materia, desde la Prehistoria. Este cambio, que el equipo de la CIUG encargado de los exámenes ha hecho efectivo en base a las directrices de la ley educativa en vigor, provocó las quejas de un colectivo de docentes de esta materia. Este colectivo asegura que no es necesario ampliar contenido para cumplir los estándares mínimos que exige la Lomce. Pese a las críticas, según el equipo de trabajo que elabora la prueba definitiva, no hay vuelta atrás y sí será un examen distinto el próximo mes de junio.

Según explica la profesora de la Universidad de Santiago (USC) María del Carmen Saavedra Fernández, coordinadora del equipo de trabajo para la elaboración de la prueba, la Lomce obliga a hacer variaciones en el examen porque "introduce estándares de aprendizaje desde la Prehistoria frente a la tradicional orientación de la prueba, que se centraba en los siglos XIX y XX". "Se trata de un cambio acorde con la propia naturaleza de la asignatura, que por algo se define como Historia de España y no como Historia Contemporánea de España", expresa la experta. "Además, el estudio de la Historia de España desde sus orígenes no resulta ajeno a la práctica docente de la comunidad, en tanto que parte del profesorado lleva años explicando así la materia, por tratarse de contenidos que figuraban en el currículo oficial de la asignatura y en los libros de texto utilizados en los centros", añade la profesora, que apunta que el examen nuevo será el definitivo. La materia nueva consiste en: "13 preguntas concretas para resolver en una carilla de folio y 21 términos para definir en pocas líneas". Según Saavedra Vázquez, para preparar esta modificación el año pasado se redujo la parte correspondiente a los siglos XIX y XX, delimitando los contenidos específicos que serían objeto de examen en cada tema. "Este cambio se hizo ante la falta de tiempo para reordenar todo el temario y con la advertencia de que la ABAU 2019 tendría carácter global", expresa la profesora. "La otra variación es sobre el modelo de examen. Con respecto al examen del año pasado se mantiene la diferencia entre una opción A y una B, pero se amplía la opcionalidad en el caso de las preguntas (en lugar de ofrecer al alumnado dos preguntas en cada opción para elegir una, ese curso se ofrecen tres para elegir una). En el caso de las definiciones también hay cambios: si el año pasado el alumnado debía definir cuatro términos que se ofrecían en cada una de las opciones A y B, en el presente curso dispondrá de seis términos para elegir cuatro", describe María del Carmen Fernández.

Considera que el argumento del colectivo de profesores que defiende ir a los estándares mínimos (de manera que no se ampliaría la materia que entra en el examen) está sesgado. "Esa afirmación es fruto de una lectura interesada de la normativa", apunta la profesora.

Según María del Carmen Saavedra, desde finales del curso pasado los centros conocían que se ampliaría la materia. "Este curso entra toda la materia en el examen mientras que el curso pasado solo entró la correspondiente a los siglos XVIII, XIX y XX y la mayoría de los centros trabajan con la previsión de que entre toda", puntualizó la profesora. Explica que las actuaciones de su grupo de trabajo "se han realizado siempre con el conocimiento de la CIUG". "Desde la CIUG me manifiestan que el contenido de las pruebas se fija antes del inicio de cada curso para que los centros puedan hacer las programaciones. La mayor parte de los centros están preparando la prueba de este año con total normalidad. Hemos recibido correos de profesores que solicitan que no se hagan cambios porque tienen hechas sus programaciones a partir de las directrices publicadas a finales del curso pasado y su modificación a estas alturas supondría un grave perjuicio para sus alumnos", indica Saavedra.

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