La hipoteca económica de la Xunta hasta al menos el año 2040 supera por poco los 14.000 millones de euros, un 40% más que los 9.850 en que situará su presupuesto para 2019. El principal responsable de esa cifra es el pago de la deuda contraída para financiar los servicios públicos durante la crisis, pero también se añade la construcción de infraestructuras como el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo o las cinco autovías en las que, al igual que en el caso del citado centro sanitario, se empleó la colaboración público-privada.

El nivel de compromiso de gasto "con cargo ejercicios posteriores" se situó al cierre del año pasado en 14.001.122.426 euros, según la Conta Xeral del Ejecutivo gallego, que fiscaliza las finanzas de todos los departamentos de la administración.

El documento, sin embargo, solo detalla la carga a abonar hasta 2021. Este año alcanza los 2.163 millones, cifra que desciende a 2.124 en 2019; 1.993 en 2020; y 1.917 en 2021. A partir de entonces, al Ejecutivo autonómico le quedarán por saldar deudas que suman 5.801 millones.

De acuerdo con esa información, 10.440 millones corresponden a la deuda bancaria o con el Estado a la que la Xunta recurrió para financiar los servicios públicos durante la crisis, período en que los ingresos de la administración se desplomaron. Cuando el PP de Alberto Núñez Feijóo tumbó al bipartito y tomó las riendas de la Xunta en 2009, la carga financiera era de 4.859 millones. A mediados del año pasado se situó en 11.549, según los datos del Banco de España.

La amortización de esos préstamos resultará más fácil si se cumplen las previsiones económicas del Ejecutivo de Feijóo, que el año que viene prevé endeudarse en otros 69 millones y lograr el equilibrio fiscal en 2020, por lo que esa carga irá reduciéndose.

A esa losa se unen compromisos por actuaciones no financieras que ascienden a 3.561 millones, según la Conta Xeral. En ese saco se mezcla el coste de las infraestructuras más costosas construidas mediante la fórmula de colaboración público-privada, gastos corrientes del funcionamiento de la administración, transferencias de capital, inversiones...

La Conta Xeral no detalla los proyectos en que está comprometido el gasto, pero en los presupuestos gallegos de 2017, año al que se refiere el informe, el pago en diferido del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y las autovías de As Rías Baixas, O Salnés, O Barbanza, Cosa da Morte y Santiago-Brión suponía una factura de 2.722 millones hasta 2040.

Ese modelo permitía a la Xunta acometer proyectos cuando sus arcas estaban famélicas. Las constructoras financiaban las obras y no empezaban a cobrar un canon hasta su puesta en marcha, si bien en el caso del hospital vigués también se añaden fondos por servicios no sanitarios. En 2035 se prevé el último pago de las facturas del Cunqueiro: 1.131 millones en total.