Entre 2009 y 2014, principalmente, se marcharon a trabajar a otros países ya que en Galicia no veían posibilidades de acceder al mercado laboral. Coincidiendo con los años más complicados de la crisis, Reino Unido y Alemania se convirtieron en destino para enfermeras y enfermeros gallegos recién titulados. Muchos de los que en su día salieron regresan ahora para preparar las oposiciones del próximo mes de mayo. Pese a contar con contratos estables en hospitales como los de Leicester o Southampton, quieren probar suerte en Galicia e intentar entrar "en listas". Saben que aprobar será "muy complicado" y la puntuación favorece a los profesionales que llevan años dentro del sistema. Aún así han decidido tomar el avión de vuelta para intentar hacerse un hueco en el calendario de sustituciones del panorama sanitario gallego.
Las oposiciones para enfermeros serán el próximo 12 de mayo y miles de profesionales han puesto muchas expectativas en dichas pruebas debido al mayor número de plazas en comparación con anteriores convocatorias. En esta ocasión competirán 10 candidatos por plaza: han sido admitidas 8.592 personas y son 830 los puestos que se convocan. Las cifras indican que se incrementan las opciones ya que en la anterior convocatoria, que fue en 2015, se habían presentado también más de 8.000 candidatos para 205 plazas, es decir, 40 aspirantes por puesto. Las últimas en convocarse habían sido en 2009.
Con la mirada puesta en las pruebas de 2019, a lo largo de este año las academias que preparan estas pruebas han notado el interés, con grupos de alumnado que no han parado ni durante el verano. Los aspirantes a una plaza solo podrán presentarse en su comunidad autónoma ya que las fechas de los exámenes coinciden en Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid y Extremadura. En anteriores ocasiones las fechas eran diferentes y los enfermeros podían probar suerte en varias autonomías. Como cuentan fuentes del sector, si alguien aprobaba en otra comunidad podía pedir comisión de servicios para trabajar en su comunidad.
Se trata de un concurso-oposición, en el que cuenta un 60% la nota obtenida en las pruebas de mayo y un 40% el baremo. Significa que la puntuación por experiencia y méritos es muy importante para poder hacerse con una plaza.
El examen es tipo test, con cuatro opciones de respuesta y restan negativo, según explican desde la academia Premir, en la que están con la preparación de las pruebas en la actualidad, con grupos de hasta 25 personas.
Los candidatos que ya están trabajando deben combinar los estudios con el horario laboral semanal. "Hay distintos perfiles de estudiantes, claro. Suele ocurrir en este tipo de pruebas en las que la experiencia es una parte importante del éxito", explican desde la academia. Según las mismas fuentes, el objetivo de muchos de los que se presentan es subir puestos en listas (aunque la nota no les alcance para obtener plaza). "Al escalar puestos en listas, si obtienen un buen resultado en las oposiciones, pueden acceder a mejores contratos laborales", añaden las mismas fuentes.
