El alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán (PP), no da ni un paso atrás en sus declaraciones contra la presidenta de la Diputación de Pontevedra, la socialista Carmela Silva, a la que se refirió como "chacha para todo" del regidor de Vigo, Abel Caballero, al que calificó de "anciano" y "dictador". Ayer se ratificó en sus descalificaciones porque, argumentó, le asiste el derecho "a la libertad de expresión". "Llevamos aguantando insultos tres años y no me arrepiento porque estoy defendiendo a mis vecinos", aseguró el regidor de Vilanova, arropado por varios diputados provinciales del Partido Popular

Pese a las protestas del PSOE por el comportamiento machista de Durán, el PP no reprobó sus palabras. Tan solo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se limitó a considerarlas "no acertadas". "Nadie me pidió la dimisión ni me reprobó. Lo juro por mis dos hijas", agregó.

Poco después de estas declaraciones, la Diputación de Pontevedra anunciaba la ampliación de la demanda por injurias, calumnias e incitación al odio, presentada inicialmente contra el alcalde de Vilanova de Arousa, a todos quienes desde las filas populares asumen y amparan sus palabras. "Me siento profundamente avergonzada de que la Administración autonómica y los diputados provinciales del Partido Popular amparen el machismo más vergonzoso", manifestó ayer la presidenta de la Diputación. "No puedo creer que el presidente de la Xunta, su gobierno y los diputados provinciales del Partido Popular amparen así el machismo", subrayó Silva, tras conocer las nuevas declaraciones del alcalde de Vilanova de Arousa, que hizo acompañado de diputados provinciales.

El regidor indicó que su Concello tiene la intención de denunciar ante los tribunales dos proyectos de la Diputación que consideró "discriminados" y que ya están en un proceso contencioso administrativo. "Eso es lo que los tiene nerviosos. Han consultado con sus asesores y saben que lo que hicieron es ilegal. Por eso nos quieren callar la boca. Y de momento, yo que nací en la época de Franco y en casa me decían que no hablase en público, no le consiento a nadie que me quite la libertad de expresión. Hablaré lo que quiera hasta que me muera", añadió el alcalde.