La Consellería de Medio Rural invertirá 2,7 millones de euros entre este año y el próximo en ocho proyectos de movilidad de tierras de un millar de propietarios, que suman un total de 1.000 hectáreas aproximadamente. Una vez recuperados los predios para su explotación, se incorporarán al Banco de Terras y se pondrán a disposición de quienes estén interesados en ellos.

Estos datos forma parte de un informe de la Axencia Galega de Desenvolvemento rural en el que se abordan los ocho proyectos que actualmente están en marcha y que ayer fueron abordados en la reunión del Consello de la Xunta.

El objetivo de estas iniciativas es recuperar zonas de castaños, pastizales y diferentes cultivos en áreas en desuso para ponerlos en valor mediante un arrendamiento pactado, que permite un alquiler rápido favoreciendo el acuerdo sobre precios y plazos, según el Ejecutivo.

Cinco proyectos están en fase inicial: aprovechamiento de cereal en Vilalba, olivos en Quiroga, cultivos hortícolas y de flores en Baixo Miño, plantaciones de cereales en O Barco de Valdeorras y cultivos forrajeros en A Cañiza. De cara al futuro, hay otros dos más en Arbo (vinculados al viñedo) y en la costa norte coruñesa (silvicultura).