"Yo digo claramente que Galicia no quiere dieselazo. Así, desde luego no". El presidente de la Xunta censuró con dureza la intención del Gobierno central de subir el próximo año el impuesto que grava el consumo de gasoil, quedando exentos de esta medida los conductores profesionales. Feijóo considera que los efectos para Galicia "pueden ser demoledores" y que la comunidad se vería "especialmente penalizada" y que quien sufriría más las consecuencias serían las familias con rentas más bajas, "que son justamente las que no podrían permitirse el cambio de coche".

Sin embargo, el titular del Ejecutivo gallego nada dijo del llamado céntimo sanitario, un impuesto de carácter autonómico que la Xunta aplica con el tipo máximo posible, esto es, gravando cada litro de combustible con 4,8 céntimos.

Galicia lleva años soportando los precios más altos de combustible de la España peninsular, con una investigación de Competencia que no da terminado. Y a pesar de que el sector atribuye los altos precios al céntimo sanitario, la Xunta lo mantiene.

Feijóo recordó que Galicia, como fabricante de coches, ya está sufriendo una paralización de las ventas por el anuncio del dieselazo y que en septiembre las matriculaciones cayeron un 12% tras once meses subiendo.