Solo en octubre, del que llevamos una semana, el fuego ha calcinado en Galicia más de 500 hectáreas, una cifra equivalente a lo que ardió en todo el verano si solo se contabilizan los incendios de los que da cuenta la Consellería do Medio Rural, que alcanzan las 20 hectáreas o suponen un especial peligro. En poco más de otra semana se cumplirá un trágico aniversario también relacionado con las llamas. Porque el año pasado, durante este mes, ardían casi 50.000 hectáreas, mientras que hasta septiembre se habían calcinado 11.500.

El de Mondariz no es el único fuego que contribuye a que sume hectáreas el contador negro. En la madrugada del domingo al lunes, a las 3,19 horas, se declaraba un incendio en Pedrafita do Cebreiro, en Lousada, del que la Xunta informó cuando llevaba 5 hectáreas, y hubo constancia de otro en Pantón, en la Ribeira Sacra, en el río Cabe, que afectó a cuatro. También seguía controlado ayer desde las 16,55 horas del sábado el de Muíños, parroquia de Requiás, en el parque natural del Xurés, con 19 hectáreas, y la Xunta daba por extinguido el que afectó desde la madruga del domingo la parroquia de Pentes, en A Gudiña, tras quemar 36.