Desde el mes de junio lleva las riendas del Ministerio de Fomento. Le toca gestionar la parte final de las obras del AVE, para las que mantiene los plazos, y la demanda de traspasar a Galicia la titularidad de la AP-9, o al menos, su discusión.

- Ha estado de visita oficial en Galicia y no ha levantado quejas. ¿Trata de contentar a todos, de decirles lo que quieren oír o es totalmente auténtico en su discurso?

-Lo primero es que viene muy bien el contacto personal para tener un conocimiento más preciso y ver las cosas de cerca. Yo estoy dando como garantía desde el ministerio que los planes los vamos a cumplir y, en todo caso, corregir aquellos obstáculos que pueda haber, que nos estamos encontrando más de los previstos. A la hora de la verdad, muchos de los planes que se anunciaban era meras intenciones, más deseos que realidad, pero que han generado expectativas entre la gente al darlos por ciertos. Muchos de los proyectos forman parte de agendas desde hace tiempo y ahora los estamos intentando desatascar porque no se había hecho nada y otros los estamos intentando gestionar, como el del AVE, para no demorar nada.

- Entre esas demandas antiguas figura el AVE por Cerdedo. Quince años sin pasar de la fase de proyecto y ahora hay que hacer un estudio hidrogeológico nuevo al que no ha puesto fecha. ¿No ha dado plazos porque no se puede en esta fase o es que nadie se atreve a decir que es inviable y de ahí los sucesivos estudios sin fin?

-Es complejo, no lo oculto. El tema con el que nos encontramos es que para acometer cualquier proyecto se necesita un estudio hidrogeológico y esto viene a tardar unos 36 meses, o sea que para esto hay plazos. Y luego se verá.

- Entonces la pregunta es, ¿a partir de esos 36 meses habrá que tomar la decisión sobre si se va a hacer o no?

-Los estudios hay que hacerlos, pero podría haber objeciones. De hecho se pide por eso. Y antes no se pedían, pero ahora con la nueva normativa es obligatorio. Un estudio hidrogeológico para estudiar todo el ciclo necesita ese tiempo. Luego habrá que actualizar el estudio informativo que se hizo en su día y el coste y a partir de ahí son decisiones de aplicación de recursos. Evidentemente es costoso, pero aparte de que a la ciudad de Vigo le viene bien, también favorece la conexión con Portugal.

- Vamos, que al que le toque ser ministro dentro de 36 meses tendrá que decidir?

-Claro, pero bueno, se encontrará con todos los estudios hechos para tomar esa decisión.

- Otra demanda sobre la mesa es convertir el último tramo de la AP-9 en Vigo en urbano, como funciona en Santiago, y dejarlo libre de peaje. Se comprometió a estudiarlo, pero sin plazos.

-Ahí quedamos en hacer un estudio informativo. Esto lo vamos a tratar en la comisión de seguimiento de la AP-9 con la Xunta.

- El comprometerse a estudiar las cosas, sin dar plazos ni acciones concretas, suena a promesas que los ciudadanos pueden interpretar como etéreas, otra vez.

-Los estudios informativos cuestan dinero. No es solo decir lo voy a estudiar. Sin estudio no hay nada que hacer y todo tiene que tener sus fases. Sin estudio informativo ya no podemos ni hablar de proyecto. Por lo menos hay que hacerlo, pero es que no hay nada hecho.

- Tienen que lidiar con Audasa, como con la promesa heredada de liberar el peaje en Redondela, para lo que siguen esperando una respuesta.

-Nos hemos dirigido a Audasa en dos ocasiones

- Sin éxito?

-Ahí el problema que nos vamos a encontrar es que va a concentrar mucho tráfico e igual tenemos que ir a una ampliación, a un tercer carril, por ejemplo.

- Durante años los sucesivos ministerios abrieron o al menos anunciaron la apertura de expedientes por falta de personal en las cabinas, por las colas en los peajes, por desatención con las primeras nevadas o granizadas? ¿Hay resultado o es que es materia reservada?

-No, no, para nada. Pero me voy a enterar.

- Sobre el traspaso de la AP-9, al mismo tiempo que se permitió el debate en el Congreso se ha introducido un nuevo argumento en contra, que es el de estudiar las demandas de las comunidades autónomas para no crear discriminación.

-Lo que digo es que antes de tomar una decisión hay que considerar varias cosas. Hasta ahora la doctrina del ministerio, estuviera el que estuviera, era muy simple: si son vías que conectan centros estratégicos de carácter nacional es intransferible. Yo creo que más allá de eso, que siempre se pueda matizar, tenemos que hacer un planteamiento común que sirva también para alguna otra comunidad.

- Suena a poner ya una excusa de antemano.

-No, no. Simplemente que lo hagamos aquí luego nos veremos obligados a replicarlo en el resto. No tenemos ningún interés especial en mantener la titularidad de la autopista. De hecho el propio presidente de la Xunta nos decía que no deja de ser un problema asumirla, porque los problemas con Audasa los va a tener que gestionar la Xunta.

- O sea, que usted no tiene problema en traspasarla.

-Lo que no tenemos es a priori una posición cerrada. No tenemos una posición contraria. Pero a la hora de tomar esa decisión, un partido con responsabilidades de nivel de Estado tiene que introducir otros elementos de reflexión que no introduce, por ejemplo, un partido nacionalista.

- Los plazos del AVE se mantienen, pero a principios de este año el anterior ministerio decía que quedaban por ejecutar 1.000 millones de euros, el 20% de la inversión total. Queda mucho, por tanto, para gastar en poco más de un año.

-A 31 de julio estábamos por encima del 85% de ejecución con más de 3.700 millones gastados, ahora más. Por lo tanto quedan solo 600 millones pendientes.

- ¿Sabe que es el único ministro que por el momento no ha modificado los plazos?

-Lo sé.

- ¿Qué le parecieron las demandas de Feijóo? ¿Ha entendido la posición del ministerio?

-A riesgo de parecer inocente, salgo satisfecho y vi que además hay nivel de colaboración. No hemos tenido ninguna discrepancia en nada. Todo ha sido colaboración. Respondimos a todo los que nos planteaba y mantuvimos todos los compromisos con Galicia.

- ¿Habló con José Blanco antes reunirse con Feijóo?

-No, desde hace bastante tiempo.

- Se lo dijo porque la primera reunión de Feijóo con José Blanco fue muy bien, pero el buen clima duró un par de años y luego cambió todo.

-Yo no lo viví, pero no pasa nada. Cada uno tiene que estar en la posición que tiene que estar. Políticamente estamos en situaciones política e ideológicamente muy distintas y representamos intereses de administraciones no necesariamente coincidentes. Ya está.

- ¿Qué piensa cuándo escucha que la alta velocidad no es rentable, tanto por parte de comunidades autónomas como de partidos, algunos de ellos de los que apoyan al Gobierno?

-Como toda obra pública, algunas tienen más rentabilidad que otras, pero por la experiencia que tenemos es positiva y la demanda es real, todo el mundo quiere un AVE. Es un poco contradictoria que desde posiciones no neoliberales se recurra a un discurso de eficiencia, pero bueno... Hemos planteado un acuerdo nacional de infraestructuras, aunque va a ser difícil, pero al menos se intenta.

- Sobre la autovía Lugo-Santiago incluso se comprometió a estudiar si se podía acabar un año antes.

-Hemos quedado en verlo. La verdad que no hemos dicho que no a nada. En el peor de los casos hemos quedado en considerarlo.

- ¿No será la suya una postura estética?

-No, nada de estética. Parece una tontería, pero es un cambio de actitud. Sé los que encajan los problemas y los que se los quitan de encima. Están los que son sensibles y para los que decir que no es una manifestación de poder. No se trata de quedar bien. Yo me fui satisfecho y otra cosa es lo que se diga después. Lo único que tenemos más así? es la variante de Cerdedo, pero vamos a verlo y cuando tengamos todo? pues mira esto es lo que hay.