La Consellería de Medio Ambiente ha decidido ampliar la superficie de las zonas de protección de aves a afectos que en las líneas eléctricas existentes se incorporen los elementos de seguridad adecuados para evitar su electrocución. En el primer mapa, elaborado en 2011, se delimitaron para este fin 693.272 hectáreas y ahora, en la revisión realizada se incorporan 27.847 hectáreas más, lo que supone un incremento del 4%, para llegar a las 721.119.

El motivo de esta actualización es incorporar a las áreas de protección las zonas donde se constata la presencia de tres especies amenazadas o en peligro de extinción, como son el escribano palustre noroccidental, el chorlitejo patinegro y el águila real.

En estas nuevas superficies, será obligatorio la aplicación de medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión. Estos elementos consisten, básicamente, en aislar los cables en la parte más cercana a las torretas donde se posan las aves.

En el caso de la provincia de Pontevedra, las nueva áreas protegidas por el escribano están en el estuario del río Miño, en O Vao (O Grove), y en el cañaveral del río Ulla, en el tramo que funciona como límite con al provincia de A Coruña.

En cuanto al chorlitejo, su lugar preferido son las playas largas provistas de dunas, y por ello se suman a las áreas protegidas, también en Pontevedra, Guidoiro-Areoso, Mexilloeira, A Lanzada, Area Brava, Barra, Nerga, Rodas y San Martiño (Illas Cíes), Playa América, Caposancos, A Illa de Arousa y la ensenada de O Vao, en O Grove.

En cuanto al águila real, las zonas incorporadas están en el Macizo Central ourensano y en a Serra de O Courel, en Lugo.

Precisamente, la organización conservacionista SEO/BirdLife ha solicitado hace una semana al Defensor del Pueblo que medie para que las administraciones públicas y los propietarios de tendidos eléctricos cumplan la normativa sobre protección de avifauna y eviten la muerte por electrocución de 33.000 rapaces cada año.

SEO/BirdLife recuerda en una nota que el Real Decreto 1432/2008 obliga a las administraciones a declarar zonas de protección y a publicar un listado de tendidos muy peligrosos en esas áreas, con objeto de que los titulares de los tendidos pongan en marcha medidas correctoras.