En Marea y PSdeG llevaron ayer al pleno del Parlamento la "manipulación" de la CRTVG y exigieron que se "cumpla la ley" aprobada hace siete años provocando un debate que derivó en un tenso rifirrafe protagonizado por los portavoces de ambos grupos y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien defendió la "independencia" de los medios públicos y reivindicó su audiencia.

"La TVG es independiente. Si el director toma alguna decisión, que comparezca en el Parlamento. Yo no asumo las decisiones del director en materia de personal, hasta ahí podíamos llegar", advirtió Feijóo, quien precisó que es Alfonso Sánchez Izquierdo el que se encarga de la selección, nombramientos y ceses de los profesionales de los medios públicos.

Añadió que la TVG encabeza, tras TV3, el liderazgo de los canales públicos autonómicos y proclamó que "eso es lo importante": la audiencia y "el respaldo" de los gallegos. De hecho, acusó a la oposición de minusvalorar a los gallegos por considerar que siguen unos medios "manipulados" cuando "con un clic" pueden cambiar de canal. Feijóo también atacó a la oposición por llevar la situación de la CRTVG a la Cámara tras lo hecho por "PSOE y las mareas de Podemos" con RTVE, en alusión a las "purgas" o copiar el modelo de "La Tuerka".

Luís Villares (En Marea) caricaturizó a Feijóo como "un exótico presidente que ni ve ni escucha la radio ni la televisión gallegos". "Será que ve Rusia Today", ironizó, antes de añadir que la "persecución" que "sufren los periodistas" de la CRTVG solo se da en países "como Turquía o Rusia". Así las cosas, definió al presidente como "una especie de Putin a la gallega, Alberto Putin Feijóo, el zar de Os Peares".

Por su parte, Leiceaga (PSOE) alertó del "incumplimiento premeditado, contumaz y desleal" de la ley de la CRTVG y reivindicó la elección del director del ente en el Parlamento, y otras cuestiones, como el consejo de informativos o la creación del estatuto del profesional, para acabar con la "manipulación política de los informativos".