La reforma de plazas y calles o la construcción de equipamientos como centros cívicos o deportivos son algunos de los proyectos que los alcaldes y concejales señalan como emblemas de sus proyectos para sus municipios, más fáciles de vincular a su gestión a corto plazo que otras medidas coyunturales. Y para ello se necesitan fondos. Durante este año, 115 concellos prevén incrementar sus inversiones respecto al ejercicio anterior, justo antes de que el próximo mes de mayo se celebren elecciones municipales. El incremento acumulado suma casi 59 millones de euros, inyección que se une al incremento también de personal municipal en lo que va de año, período en que Galicia lideró el alza de contrataciones en el sector público en España con un 7,8%. La mitad de los nuevos puestos corresponde a concellos y diputaciones, cuyo vigor financiero les permitirán además la reinversión de su superávit -el balance general es de 150 millones de euros de ingresos más que de gastos- con menos restricciones que hasta ahora.

Más de la mitad del aumento de la factura en inversiones reales previsto para este año preelectoral corresponde a los 19 concellos pontevedreses que presupuestaron para este año más dinero destinado a las inversiones, alcanzando 32,7 millones. Les siguen 36 consistorio de A Coruña con un balance acumulado de 17,4; 24 de Lugo, con 4,8; y 36 de Ourense, con 3,6. También entran en la lista las diputaciones de Pontevedra, Ourense y Lugo, según los datos del Ministerio de Hacienda sobre los presupuestos municipales.

Esta partida presupuestaria se limita a las inversiones acometidas directamente por el consistorio, sin incluir las transferencias a otras entidades o el desembolso en bienes corrientes y servicios, como alumbrado, agua o limpieza, de acuerdo con las definiciones de los capítulos presupuestarios establecidos por Hacienda.

Las estadísticas son provisionales y no constan en ellas el desglose contable de 56 de los 313 municipios, trece de los cuales pertenecen a la provincia de Pontevedra. A esa falta de información se une la fragmentación política, responsable de que un tercio de los 313 ayuntamientos gallegos iniciase el pasado mes de abril sin presupuestos para este ejercicio, si bien desde entonces se han producido acuerdos para darles luz verde. Uno de los más simbólicos fue el de Ferrol, que a mediados de ese mes logró aprobar sus primeras cuentas del mandato, extremo que intenta alcanzar el gobierno popular de Ourense, que actúa con las cuentas prorrogadas de 2014. De hecho, más de un centenar de municipios validaron sus presupuestos con retraso.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, los concellos pontevedreses que prevén elevar su factura en obras -aunque el gasto real posterior dependerá de su ejecución durante el ejercicio- son Vigo, Caldas de Reis, Campo Lameiro, Catoira, Covelo, Cuntis, A Estrada, Agolada, Marín, Meaño, Moaña, Mos, As Neves, Poio. Ponte Caldelas, Sanxenxo y Vilanova de Arousa.

Tomando en cuenta el capítulo de "inversiones reales" de las cuentas de 2018, solo Vigo, la urbe con menor deuda de la comunidad, elevará el gasto, si bien Pontevedra reduce 160.000 euros hasta los 12,8; A Coruña, 500.000 hasta los 24; y Santiago, 800.000 hasta los 10,8. Ferrol mantiene sus partidas al recoger Hacienda los datos del presupuesto prorrogado previos a sus nuevas cuentas. No figuran datos de Ourense y Lugo para compararlos.