El Pórtico de la Gloria tenía hasta ayer un precio: el tiempo. Desde que se reabrió al público los interesados debían asumir que iban a entregar una media de dos horas, o más, de su vida, como ocurrió ayer, para contemplar in situ su rescatada policromía. Aun así, muchos no lo dudaron: el Pórtico recibió casi 80.000 visitantes (en concreto 79.782) desde el 27 de julio, señalan desde la Fundación Catedral.

En noviembre, cuando se prevé que se reabra tras aislarlo de las obras del templo, los euros tomarán el relevo. Está por fijar la cantidad -en su momento la catedral lo comparó a las cubiertas, 12 euros-, y a cambio permite reserva. La solución no convence a todos, como demuestra una petición que en change.org reunía ayer más de 700 firmas en contra.

Entre los visitantes que apuraban las últimas vacantes -fueron 1.417 en total, en la "media"- hay posiciones diversas. Por ejemplo, Pío, Enrique, Teresa y Beatriz, originarios de Logroño y de Valladolid y que programaron una escapada desde Combarro para disfrutar del Pórtico, aprueban el desembolso por el bien del monumento, que ya conocen en su versión previa y del que se han informado más a través de internet, "optimizando" las dos horas de cola, bromean. Como dice Pío, les "parece bien que se pague si es para el mantenimiento". "Volveremos y pagaremos", afirma.

También a Ignacia, que llegó en tren desde Vigo exprofeso para ver la obra junto a su esposo Emilio. Él cree que "si es un elemento cultural gallego deberíamos disfrutarlo gratis todos", como hasta ahora, mientras que Ana Mirantes, de Santiago, apunta que en su visita fue clave no saber "cuándo" iba "a reabrir" el conjunto, pero "también ayuda el que no tengas que poner 12 euros para verlo". Al respecto, apunta que en la restauración del templo se utilizan fondos públicos.

Ana no temía esperar: "Tres o cuatro horas, lo que haga falta", porque hace "mucho" que no ve el Pórtico y tiene "curiosidad" por comprobar cómo quedó rehabilitado. "Vi fotos, pero espero que me llame más la atención en directo", alega. Tampoco Ramón y Jaime Rubianes, de Pontevedra, a los que no importa "echar toda la mañana" y que esperan ser "sorprendidos". Lo mismo vale para Emilio e Ignacia: "Parece que se va a demorar un tiempo para poder verlo y aprovechamos para ver cómo quedó la restauración. Esto impresiona siempre que se viene, por tanto hay que disfrutarlo", sostiene Emilio.

Los hermanos Rubianes también acudieron a propósito. "Aprovechamos vacaciones, pero, si no, en noviembre volvería, aunque fuese pagando", explica Ramón, quien considera "una pena" que ahora no haya andamios para verlo de cerca. Ramón tampoco "ve mal" que se cobre "si es para mantenimiento" y una cantidad "asequible".

Al que madruga, el Mestre Mateo le ayuda. A Marco, asturiano, la casualidad lo llevó por motivos laborales a Santiago y él se plantó en el Obradoiro a las 07.10 de la mañana, un truco que le permitió entrar, por los pelos, en el primer grupo y salir con un "emocionante" como impresión. También la casualidad llevó a Marlene y otros tres amigos belgas hasta la cola, dos horas, del Pórtico, porque ellos lo que pretendían era ver la "catedral entera". "Pero ahora estamos aquí y vamos a visitarlo", cuenta.

Marlene y amigos // Bélgica

"Pensábamos que íbamos a ver la catedral entera, pero aquí estamos"

Pío y amigos // Logroño y Valladolid

"Nos parece bien que se pague si es para el mantenimiento"

Jaime y Ramón Rubianes // Pontevedra

"Es una pena que no haya andamios ahora para verlo de cerca"

Ana Mirantes // Santiago

"Esperaré lo que haga falta para ver el resultado en directo"

Ignacia y Emilio // Vigo

"El Pórtico impresiona siempre y por tanto hay que disfrutarlo"