En 2015, el Gobierno gallego puso en macha dos unidades móviles del Sergas ubicadas en sendos camiones que permitieron habilitar en distintos puntos de la comunidad un quirófano completo, un consultorio, una sala de formación o un espacio para hacer pruebas diagnósticas. El próximo año, la Xunta también recurrirá a unidades móviles, pero con un objetivo algo menos ambicioso, el de llevar los servicios sociales y también terapéuticos hasta las mismas puertas del domicilio de las personas mayores que viven en el medio rural. Se estrenarán en 2019 en veinte localidades, cinco por cada una de las provincias.
Este proyecto cuenta con financiación comunitaria dentro del marco de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal para "la instauración de nuevos modelos de intervención social ante el desafío del envejecimiento poblacional". Como campo de prueba para esta iniciativa, la Consellería de Política Social ha elegido a Dozón, Forcarei, Campo Lameiro, Fornelos y As Neves como localidades de la provincia de Pontevedra en las que implantar las unidades móviles, que no es otra cosa que un coche o furgoneta con profesionales titulados desplazados para echar un mano a las personas mayores en asesoría jurídica, a interpretar facturas y extractos bancarios, a tramitar ayudas, solicitar permisos administrativos, resolver dudas sobre seguros e incluso atender a enfermos de Alzheimer u otras demencias neurodegenerativas.
Es un proyecto piloto para probar si funciona este tipo de servicio a domicilio y luego determinar si resulta viable, así como su ampliación en el tiempo y a más concellos. La experiencia piloto durará 5 días en cada una de las localidades elegidas para una duración total del programa de seis meses.
En la provincia de Ourense, los sitios marcados son Leiro, Esgos, Bande, A Mezquita y O Barco de Valdeorras, mientras que en A Coruña son San Sadurniño, Paderne, Tordoia, Boimorto y Touro. Por su parte, en Lugo la Consellería de Política Social ha optado por As Nogais, Cervantes, Portomarín, Abadín y O Valadouro.
"Estos veinte concellos seleccionados actuarán como polo de atracción de sus respectivas comarcas en el marco del proyecto. De esta forma, los servicios ofertados no solo causarán impacto directo en la población de sus municipios, sino también a nivel comarcal", explica el departamento de José Manuel Rey Varela.
Su elección no es aleatoria. Se ha tenido en cuenta que fueran ayuntamientos del ámbito rural, que dispusieran de bajo nivel de servicios sociales y asistenciales de proximidad y que tuvieran un alto porcentaje de personas mayores de 55 años.
"Se pretende dotar a los entornos habitados por personas mayores de las condiciones necesarias para el desarrollo de su vida de forma plena, integrándolos también en la sociedad y garantizando la prestación de servicios sociales y asistenciales para su permanencia el mayor tiempo posible en su hogar", destaca la Xunta.
La iniciativa cuenta con tres líneas actuación, cada una de ellas atendida por profesionales titulados en sus respectivas áreas de forma diferenciada: acercamiento de los servicios de proximidad, atención a enfermos de Alzheimer y ayuda para moverse en el día a día con autonomía e independencia.
En Galicia, el 36% de la población tiene más de 55 años, lo que supone algo más de un millón de habitantes, y está a punto de duplicar a los menores de 25 años (571.000). Y la previsión es que en 2030 los gallegos que tengan 55 o más se incrementen en un14,4%. Con estas unidades móviles, la Xunta pretende atender a los mayores que viven en aldeas sin disparar el gasto, y ofreciéndoles la misma atención que recibe un residente en un núcleo urbano.
