Tomás Fernández-Couto dirige la política forestal de la Xunta y el servicio de extinción, que cada año cuesta unos 100 millones de euros. Señala como responsables de que Galicia sufra la mitad de incendios de España con el 10% del territorio a los "delincuentes homicidas", como califica a los incendiarios. A raíz de la ola de fuegos de octubre pasado, en que murieron cuatro personas y se quemaron 50.000 hectáreas, reclama tolerancia cero con ellos y rehúye la teoría de las tramas organizadas para quemar el monte.

-¿Cómo va la campaña?

-Tranquila. Pero en Galicia estamos en la tercera parte de los incendios de hace 10 años y el 80% son provocados. La intencionalidad se manifiesta con condiciones atmosféricas extremas para favorecer la propagación. Y por ahora no se han producido esas condiciones.

- ¿Cómo se diferencia entre los fuegos por imprudencias o negligencias y los que quieren causar daño?

-No tengo claro que un incendiario pretenda quemar miles de hectáreas, pero el delito jurídicamente hablando está en producir un incendio con intención. Da igual la pretensión que tenga...

- Pero sí es importante la intención para calificarlo como terrorista incendiario, como hizo el presidente de la Xunta tras los fuegos de octubre.

-La intencionalidad se dispara con condiciones extremas. No sabemos lo que tiene un incendiario en la cabeza, pero cualquiera sabe que en esas condiciones un incendio puede acabar en cualquier sitio. Además, en el verano no cabe hablar de negligencias por quemas porque están prohibidas. Son incendios provocados. Una quema autorizada que hace saltar una racha de viento es un accidente, pero es la anécdota en un mar de incendios que no tienen nada que ver. Por ejemplo, el 15 de octubre con 10-15 negligencias hubiéramos tenido problemas, pero nada comparable a que con aquellas condiciones absolutamente extremas tuviésemos 130. El presidente ha dicho que esa acción es equiparable al terrorismo por los efectos que produce. Yo he dicho que me parecen delincuentes homicidas. ¿Por qué? Cuando se detiene a un incendiario se le achacan múltiples incendios, como el de la zona del Deza, que eran 40. Quemar con intención es delito y quien lo hace de forma repetida es delincuente. Otra cosa es que a ti o a mí nos pillen conduciendo a 150. Se nos fue, le puede pasar a cualquiera... ¿Implica que somos delincuentes? No, hemos cometido un delito de forma más o menos comprensible. Ahora, si nos dedicamos a ir a 200 km/h todos los días, somos delincuentes. Son delincuentes homicidas, por reincidentes y por saber que puede haber cinco muertos. Me llama la atención cuando se dice que es una negligencia... ¿en el verano? Eso no existe, y menos con calor y viento.

- ¿Cómo vivió la tragedia de octubre, en que hubo cuatro muertos?

-Es muy duro a nivel personal. Te ayuda si estás tranquilo con lo que has hecho y eso es un equilibrio al final. Yo estuve tranquilo con lo que teníamos y los resultados no dependen de ti. Pero lo más duro es que no tendría que haber pasado si no hubiéramos tenido tantos incendios. Con el Prestige hubo mucha polémica porque no había un barco anticontaminación y a los 20 días estaban los de toda Europa y no eran capaces de frenarlo. En octubre vivimos el día más seco de los últimos 30 años, vientos generalizados de un huracán y esas temperaturas... y 130 incendios. A pesar de concentrarse todos, aquí fue un desastre, con 48.000 hectáreas, pero nuestra réplica inmediata fueron 150.000 en Portugal.

- ¿Por qué hay tantos fuegos aquí?

-Con el 10% del territorio de España, tenemos la mitad de incendios. Ni el clima es el más extremo, ni la vegetación es la más propensa. Aquí hay una intencionalidad mayor que en otras zonas. Hay mayor predisposición a quemar por una u otra causa. No hay nada más que lo explique.

- Sin embargo, muy pocos detenidos son condenados.

-Tenemos un sistema muy garantista y es muy difícil encontrar la última prueba, pero nos estamos acostumbrando a que en cualquier momento haya un detenido por incendios del verano pasado y anteriores. Lo que hace falta es mayor implicación y equiparar a un incendiario con otros delincuentes.

- ¿Percibe tolerancia?

-Tolerancia o miedo. Antes nadie se la jugaba por denunciar a un vecino si oía palos, hoy te la juegas. Con el incendiario no hemos llegado a la tolerancia cero. Da igual que sea el vecino más educado del mundo, quien produce incendios es un enemigo público número 1. Mientras no lo igualemos con otros delincuentes peligrosos será difícil porque solo con funcionarios y pagando dietas y horas extra es muy difícil luchar contra ellos. Y también hay que erradicar el tema de las tramas. Ya nadie habla de ellas. No se trata de tramas, son provocados y me da igual que haya relación entre ellos. Quizá no se pueda demostrar y probablemente no la haya: no le quita gravedad.

- ¿Cómo llevó su imputación judicial por la adjudicación de helicópteros de extinción que finalmente fue archivada?

-Estaba muy tranquilo. Eran decisiones en situaciones extremas. Tienes confianza en la justicia, pero en el tema de los incendios forestales hay decisiones que tienes que tomar sobre la marcha.