Eduardo Cerdeira, un joven de Vigo de 20 años de edad, cantó victoria cuando salieron las listas de admitidos en las carreras de primera opción y le ponía "convocado" para matrícula. Al día siguiente formalizó la inscripción en Ciencias del Deporte y de la Actividad Física en Pontevedra, el grado que siempre había querido estudiar. Pero la alegría le duró poco. El día después de matricularse en la carrera recibió una comunicación de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG): había habido un fallo en la admisión. "En lugar de convocado debería haber puesto en espera, me comentaron. ¡Pero yo ya estaba matriculado en la carrera!", expresa Cerdeira. Una semana después le comunicaron la anulación de la matrícula en Ciencias del Deporte y de la Actividad Física.

Un fallo informático en la escritura lo cambió todo pero el proceso de matriculación ya había seguido su cauce y Cerdeira pensaba que todos los pasos habían sido correctos. Pero la realidad no era esa. Finalmente la Universidad de Vigo confirmó la anulación de la matrícula y Cerdeira puso el caso en manos de un abogado: presentaron una reclamación por lo sucedido. Consideran que el estudiante debería ser readmitido. En el tiempo transcurrido entre la formalización de la matrícula, la comunicación de que había habido un fallo y el mensaje formal de la anulación final de la inscripción, "pasaron plazos para intentar entrar en otros estudios", apunta. "Pues lo hubiera intentado en un ciclo de FP más relacionado con lo que me gusta, que es el deporte, en un ciclo de actividades deportivas. Pero pasó una semana entre una cosa y otra y el periodo para poder apuntarme en FP ya había pasado. A todo esto, yo, mientras, con la tranquilidad de estar inscrito ya en la carrera que quería", cuenta el estudiante.

Lo explica desde el inicio para la comprensión del caso: "Al ver que estaba convocado para matrícula formalicé la inscripción on line, con el pago por domiciliación bancaria. Todo ok. Al día siguiente recibí un correo de la CIUG informando de que había habido un fallo en la admisión, por un error informático, de escritura. Llamé y les comenté que yo ya estaba matriculado entonces quedó así, dando por hecho que tenía la plaza", explica el joven. Transcurrida una semana recibió un correo con la anulación de la matrícula. Y también una carta. "Tuve que ir a buscarla a Correos porque en ese momento no estaba en casa", cuenta Cerdeira. La carta confirmaba la anulación de la matrícula.

Consideran este joven y su familia que la Universidad de Vigo debería contemplar la readmisión "por los perjuicios causados por el fallo informático y el tiempo transcurrido". "Primero es el disgusto porque no me podía creer que me estuviera pasando algo así, con todo el tiempo que había esperado para entrar. Y después pensé, ¿y ahora qué hago? Me acordé del ciclo de Formación Profesional pero ya llegaba tarde", expresa Cerdeira.

En estos momentos Cerdeira aguarda la contestación a la reclamación. "Tengo alguna esperanza para que pueda corregirse de alguna forma", cuenta. Su carrera de segunda opción es Educación Social, en la que tendría opciones en septiembre. La nota de Eduardo es de 8,250, que consiguió presentándose de nuevo a selectividad para subir su media inicial. Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en el Campus de Pontevedra ya completó inscripción y la nota de corte de este año se quedó en 8,406.

Desconoce si hay más estudiantes a los que les haya pasado lo mismo o algo similar. "Pues no lo sé, esa información no la tengo", cuenta Cerdeira.

Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que antes se conocía como INEF, completó matrícula en la segunda tanda de cierres con un 8,402 de nota de corte y la misma titulación universitaria en A Coruña completó aforo ya en el primer tramo de carreras cerradas, con un 8,7 de nota de corte.