La alimentación infantil influye en el desarrollo y crecimiento "óptimo" de los niños como vía para evitar carencias nutricionales y prevenir problemas de salud influenciados por la dieta en etapas posteriores de la vida, como pueden ser enfermedades cardiovasculares derivadas del sobrepeso y la obesidad. Con esas premisas, el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, formado por Xunta y 267 concellos y que gestiona unas 140 guarderías de "A Galiña Azul", publica la licitación de 1,5 millones de almuerzos y meriendas cada año en sus escuelas. Sean cocinados in situ (casi 1,3 millones) o de catering (el resto), la Xunta valorará no solo criterios económicos, sino la calidad nutricional y la presentación y sabor de los menús y que se "prime" la "presencia" de pescados y frutas frescas, así como carnes y pescados frescos y "de alta calidad", panga excluido.

Con esas premisas, pone sobre la mesa un esquema que incluye servir a los niños de 1 a 3 años cuatro veces por semana pescado, alternando blanco y azul, y todos los días varias piezas de fruta, lo que refleja en buena medida el espíritu de las recomendaciones de la Consellería de Sanidade, que el año pasado, tras un estudio en los comedores escolares, reclamaba cambios por la escasez de frutas y verduras y el abuso de fritos.

En la etapa preobligatoria, los frito son también lo último que aconseja la Administración. El pliego técnico de la licitación explicita, tanto para la preparación en la cocina del propio centro como para la facilitada por catering, que "con carácter general, los alimentos se prepararán cocidos, a la plancha o al horno, y solo ocasionalmente se utilizarán frituras". También indica que "no se debe añadir azúcar, miel ni edulcorantes a las comidas ofertadas en la escuela" y, para los niños de 1 a 3 años, señala que el aporte diario de azúcar según la OMS no debería superar el 10% ("mejor el 5%") del valor calórico total de la dieta, por lo que insta a "limitar" los productos comerciales "con exceso de azúcares, en particular los elaborados a base de cereales o de frutas", como pueden ser galletas, bollería, mermeladas...

Se valoran "especialmente" las ofertas que manejen productos y materias primas frescas, "sobre aquellas" que "trabajen con congelados y/o precocinados". Además, los pliegos indican que "se cuidarán buenos gustos y costumbres del entorno, procurando el empleo de productos de origen gallego o elaborados y transformados en Galicia, así como los productos frescos de temporada". El Consorcio recalca que "las comidas que se sirvan deberán tener una presentación y una calidad aceptables y se prepararán con la menor antelación posible al punto de su consumo". En 2015, las protestas de varios centros hicieron que la Consellería de Educación, en este caso, rescindiese el contrato con dos firmas de catering e incluyese en su licitación del año pasado la condición de que las empresas tengan un centro de producción a menos de 200 kilómetros de los colegios donde den el servicio.

El Consorcio busca "garantizar que el centro del alimento se encuentre a una temperatura igual o superior a 65º en el momento de ser servido". "De ser necesario", apunta, "el adjudicatario dispondrá de mesas o carros calientes" para asegurarlo.

Desde Política Social inciden en que "lo que prima en la prestación de servicio de comedor en las escuelas infantiles es la calidad de los menús" y apunta que los usuarios están "muy" satisfechos. En la valoración de las ofertas, alega, participan pediatras, médicos y nutricionistas.