Solo trece concellos tienen un saldo vegetativo positivo, es decir, tienen más nacimientos que defunciones. Y ninguna de las siete ciudades está en esta lista. Los municipios más vitales desde el punto de vista demográfico suelen ser las localidades dormitorio situadas en el entorno de las grandes urbes: Arteixo, Bergondo, Oroso, Ames, Burela, Barbadás, San Cibrao das Viñas, Oia, Pontecesures, Poio, Porriño, Salceda de Caselas y Soutomaior.

En el otro extremo están los ayuntamientos donde cada parto es casi un milagro. En nueve municipios gallegos no hubo ningún nacimiento en 2017: Negueira de Muñiz, Baños de Molgas, Beariz, O Irixo, Calvos de Randín, Gomensende, Verea, San Xoan de Río y A Gudiña.

Y en uno de cada cinco concellos, un total de 71, los alumbramientos no llegaron a cinco en todo el año, la mayoría en Lugo y Ourense.