Desde que arrancó la crisis, la cifra de la natalidad se deslizan cuesta abajo en Galicia, con caídas desde el año 2008 hasta 2016 de casi un 18% en la cifra de nacimientos. Menos niños significa menos alumnos matriculados en los colegios y, de rebote, menos escuelas unitarias. Porque el requisito que impone la Consellería de Educación para mantener este tipo de centros educativos operativos es que tengan al menos seis alumnos inscritos, algo que no ocurrirá durante el próximo curso en dos colegios: la Escola de Educación Infantil (EEI) de Solbeira, en Paderne de Allariz (Ourense), y la de Apeadeiro, en Cambre (A Coruña).
En estos dos centros, y según alega la Xunta en un comunicado difundido ayer que se hace eco de la correspondiente orden publicada en el Diario Oficial de Galicia, solo constan tres alumnos matriculados que, asegura la Administración, "tienen asegurada una plaza escolar en otro centro educativo próximo".
Año tras año, la sangría demográfica conlleva la supresión de colegios unitarios, que concentran en un único lugar a alumnos de diferentes edades en áreas del rural. En la última década, desde el curso 2009/2010 al próximo, han desaparecido de la geografía gallega 126 escuelas de ese tipo. La mitad de los centros clausurados se localizan en la provincia de A Coruña y más de una treintena en Pontevedra.
Aunque esta provincia no sufre recortes de sus colegios unitarios esta vez, es la más afectada durante el curso que viene por la política de reorganización de las aulas que lleva a cabo Educación para adaptar, señala, las necesidades educativas de cada zona "a la realidad social para garantizar la viabilidad de la escuela", sobre todo en el campo, y para realizar "una gestión eficiente de los recursos".
Porque, además de los centros que se precintarán, los datos de matrícula, alegan, conllevan una reorganización de unidades dentro de los propios centros de infantil, primaria y educación especial que, o bien puede desembocar en la creación de nuevas unidades o bien en la supresión con el consiguiente reagrupamiento en función del alumnado. Además se habilitan aulas para el supuesto de que se precisen desdoblamientos si se produce un incremento puntual o circunstancial de los alumnas, pero no hay perspectivas de que la situación se consolide.
Conforme a esos tres parámetros, el curso que comenzará en septiembre en Galicia lo hará con 54 unidades (aulas) menos. Porque a pesar de que se crearán 39 unidades, hay que descontar 93 entre las que se suprimen (74) y las habilitaciones que se dan de baja (19, casi todas en A Coruña). De esas 54 unidades netas que desaparecerán de los centros gallegos, un total de 38 se ubican en Pontevedra, siete de cada diez. Otras 11 se pierden en A Coruña y cinco en Ourense.
Respecto al personal docente, fuentes de la Consellería de Educación señalan que los inspectores han procedido ya a a comunicar a los profesores afectados los centros donde se eliminan clases para que puedan proceder a solicitar nuevos destinos. El DOG señala que los procesos de movilidad se desarrollarán en septiembre.
