El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó ayer al presidente de Asturias, Javier Fernández, que intentará cerrar el nuevo modelo de financiación autonómica en esta legislatura. Esto supone un cambio de opinión con respecto a lo que había anunciado en el Senado cuando dijo que "no había tiempo". También al titular de la Xunta, con quien se reunió la semana pasada, le había comunicado que no sería posible aprobarlo este mandato.

Sin embargo, el presidente de Asturias reclamó ayer a Sánchez que puesto que no prevé agotar la legislatura ni adelantar las elecciones debería impulsar la reforma de la financiación autonómica antes de 2020.

Tras el encuentro, Fernández explicó que Sánchez había accedido y aunque aclaró que es imposible lograrlo antes de las elecciones municipales de mayo del año que viene, el presidente del Gobierno se había comprometido a intentar cerrar la reforma del sistema de financiación antes de que concluya su mandato.

A pesar de la frialdad con que ambos se saludaron al inicio del encuentro, Fernández, calificó la reunión de "muy positiva y satisfactoria", ya que Sánchez ha estado cercano a sus propuestas.

El presidente asturiano reconoció que llegar a un acuerdo entre las comunidades para cerrar un nuevo sistema de financiación va a ser difícil porque cada una defiende sus intereses. Fernández recordó que su postura es compartida por los presidentes de Galicia, Aragón y Castilla y León.

Tras reconocer que siempre hubo problemas en cada renovación del modelo, Fernández precisó que defienden que se calculen las necesidades de gasto mientras que otras destacan la capacidad fiscal de cada una y abogó por el mantenimiento del statu quo: que ninguna autonomía pierda respecto al modelo anterior.

Es partidario de la nivelación "total" de los servicios, pero no quieren más transferencias de capacidad fiscal o normativa, sino un equilibrio de los tributos cedidos.

Dentro de este frente comun, Galicia y Castilla y León se oponen, sin embargo, a incrementar el déficit tal y como propone el Gobierno. Fernández descartó intervenir para convencer a estas comunidades de que apoyen al Ejecutivo central.

Reconoció que con ellos tuvo encuentros y "puntos de acuerdo" sobre la financiación y que continuarán esas reuniones, pero advirtió que la flexibilización del déficit, que se plantea ahora, "no forma parte" de la financiación, sino de la capacidad de gasto.