En pleno furor por la austeridad de las cuentas públicas, desde el Gobierno y la Xunta se impulsó un plan para reducir la administración paralela: los entes dependientes de la administración general, también llamados "chiringuitos". Sin embargo, a pesar de que se suprimieron 47 de estas entidades en Galicia, el ahorro, según dice el Consello de Contas, fue "residual". "Unos 17 millones de euros, lo que representa menos del uno por ciento de los fondos gestionados por el sector instrumental", advierte.

De hecho, el volumen de recursos gestionados por la administración paralela se ha incrementado, debido a que, pese a cerrarse 47 entes públicos, se abrieron ocho agencias desde 2011. Y Contas advierte que la apuesta de la Xunta por estos organismos "se aleja de la línea seguida por la Administración del Estado". Galicia tiene la mitad de todas las agencia que hay en el Estado.

El órgano fiscalizador entregó ayer al Parlamento otros informes referidos a distintas áreas: