El primer presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, ha sido despedido este viernes por sus más allegados, personalidades públicas y políticas y la familia popular, que ha destacado el "humanismo" del centenario político y médico, faceta muy reconocida en la capital gallega, donde fundó el policlínico La Rosaleda. "Galicia sería distinta sin su ironía, sentidiño y humanismo", ha proclamado el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo.

Como era su deseo, el funeral se celebró con las tres banderas con las que él se ha sentido identificado y siempre reivindicaba: la gallega, a la cabeza; la española, en el centro; y la europea, a los pies de féretro.

A lo largo de la mañana de este viernes, además de Feijóo, han acudido a la capilla ardiente el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; los candidatos a presidir el PP Pablo Casado y Soraya Sáez de Santamaría --que no se pudo quedar al funeral--; el secretario general del PP gallego, Miguel Tellado; el presidente del Parlamento, Miguel Santalices; el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; los conselleiros Román Rodríguez y Beatriz Mato; la diputada y expresidenta de la Cámara Pilar Rojo; el portavoz y la viceportavoz del PPdeG, Pedro Puy y Paula Prado; el exdelegado del Gobierno, Santiago Villanueva y otros cargos y dirigentes populares.

Además, también han presentado sus condolencias los expresidentes Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño, el rector de la Universidade de Santiago, Antonio López, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, quien ha reconocido el "trabajo político a quien durante décadas protagonizó la vida política en Galicia"; el exalcalde Xosé Sánchez Bugallo, otros cargos socialistas y el nacionalista Camilo Nogueira, con quien compartía su europeísmo. También se encontraba la presidenta del Consello da Cultura, Rosario Álvarez, y su antecesor, Ramón Villares.

El jueves, fueron al velatorio el alcalde de Santiago, Martiño Noriega; el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; los conselleiros del Gobierno de Feijóo; el presidente de la Real Academia Galega (RAG), Víctor Freixanes; y la valedora do Pobo, Milagros Otero, que también asistió al funeral este viernes.

Segundo día de luto

Galicia está desde este jueves en luto oficial de tres días, con las banderas a media asta, por el fallecimiento de su primer presidente, que fue investido como candidato de Alianza Popular en 1982 por el primer Parlamento gallego, del que ya formaba parte el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, de aquella como el más joven diputado.

Albor repitió como candidato de Coalición Popular a finales de 1985 y fue elegido de nuevo presidente, pero con una mayoría inestable, y acabó desalojado por una moción de censura que situó a Fernando González Laxe al frente del Gobierno autonómico. La moción fue promovida por el que había sido su vicepresidente, Xosé Luis Barreiro Rivas, a quien precisamente sustituyó Rajoy antes de la moción, y que este viernes dijo, en la Radio Galega: "Aunque éramos muy diferentes, siempre nos complementábamos".

Aquel parlamento de Xelmírez, lugar cedido por el Arzobispado, fue recordado por el expresidente Rajoy en el funeral donde coincidió con el expresidente socialista Laxe, quien tuvo palabras de reconocimiento para su antecesor en el cargo: "Fue capaz de poner los pilares de la autonomía".

En una de sus escasas apariciones públicas desde que dejó La Moncloa y convocó el Congreso para su sucesión, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy rememoró al "humanista" Albor, quien "lo ha hecho absolutamente todo en la vida". Asimismo, ha recordado que, con ocasión de sus 100 años, el Gobierno central le otorgó la Medalla al Mérito del Trabajo que él mismo tuvo "el honor" de entregarle.

"Fue un hombre extraordinariamente culto y cultivado, un magnífico político que, como todos saben, ha influido mucho en los primeros pasos de la autonomía de Galicia. Un día como hoy lo único que quiero decirle es que descanse en paz y estoy seguro de que así será, porque se lo merece", ha manifestado Rajoy, quien ha dado las "gracias" a su figura.

Previamente, Laxe destacó que "pese a las discrepancias ideológicas y partidarias, buscó siempre el diálogo" entre todos y ha remarcado que fue capaz de poner "por encima de todo la enseña azul y blanca de la autonomía". "Fue un buen y generoso presidente", ha subrayado.

"Un día triste para una parte muy importante de los gallegos. Hemos perdido al que era para mí un compañero de profesión, un amigo, un confidente y el que fue una gran persona", ha manifestado, por su parte, la también médico y presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien no pasó por alto la cualidad de "humanista".

Pastor ha querido evocar, al margen de al "gran político, al presidente de la Xunta, al presidente de todos los gallegos, al europarlamentario y al hombre político, al "amigo, a la persona que daba consejos, que era prudente y era entrañable". La presidenta del Congreso también destacó que era un "hombre culto, conocedor de Rosalía y la obra de todos los poetas y escritores gallegos".

Los candidatos del PP, reunidos

El fallecimiento de Albor también reunió a los actuales candidatos a liderar el PP nacional, Soraya Sáez de Santamaría --acompañada de los exministros Íñigo Méndez de Vigo y Fátima Báñez-- y Pablo Casado --junto al secretario general del PPdeG, que han hecho hueco en sus agendas electorales para rendir "homenaje" a Albor. De hecho, fueron los primeros dirigentes, además del presidente de la Xunta, en llegar al tanatorio.

El exvicesecretario de Comunicación del PP, que el pasado miércoles estuvo en acto electoral interno en la capital gallega, reconoció el "galleguismo constitucional"; mientras que Santamaría --que estará en Pontevedra el lunes y a quien despidió Feijóo en el aparcamiento del tanatorio porque no se podía quedar--, recordó que "era un hombre muy cariñoso y muy cordial".

Así, la exvicepresidenta del Gobierno destacó su figura como la de un médico "humanista": "Conversar con él es uno de los placeres que a veces te da la política y que a mí me lo dio, y me quedo con eso". Mientras, Casado ha lamentado que ha desaparecido uno de los "referentes", una persona: "Humanista, austera, honrada, brillante y fundador del galleguismo constitucional que tan bien encarna el PP de Galicia".

Homenaje en julio y septiembre

Al margen de la despedida íntima de este viernes, la Xunta organiza un funeral institucional en la Catedral de Santiago, como a "él le hubiese gustado", el próximo 23 de julio a las 18.00 horas, en vísperas de la Ofrenda al Apóstol, para despedir al expresidente Albor. Asimismo, coincidiendo con la fecha en la que cumpliría 101 años, el Partido Popular de Galicia honrará al que fue el primer presidente autonómico.

Feijóo ha agradecido "todas las muestras de afecto y cariño" desde la primera hora del jueves, así como la cobertura mediática de este "hecho importante para Galicia", del "primer presidente autonómico y arquitecto" de la autonomía.

"Podemos decir sin grandilocuencias que Galicia sería distinta sin el afecto, el sentidiño, la ironía y también el humanismo de un médico que circunstancialmente entró en política y no la abandonó hasta su muerte", ha proclamado Feijóo, quien ha agradecido a todos los partidos políticos con representación en el Parlamento --PPdeG, En Marea, PSdeG y BNG-- su "afecto" y a los expresidentes Laxe y Touriño.

El presidente de la Xunta destacó la "vida plena" de Albor: "Pilotar aviones, ganar elecciones, operar en quirófanos, representar a Galicia en el Parlamento europeo, presidir la comisión de unificación de Alemania". "En definitiva un buen tipo, un padre desde el punto de vista político", ha proclamado.