Confesaba Fernández Albor que Ramón Piñeiro influyó en su vida política "más que nadie". Tanto, que llegó a comentar que se metió en política casi "por imposición" de su mentor. Porque Piñeiro para él era un referente. Incluso a la hora de definir su manera de entender el galleguismo, una de las frases que el ex mandatario autonómico solía repetir era "Somos gallegos por nación, españoles por historia y europeos por cultura", cuya autoría atribuía al intelectual homenajeado en 2009 en el Día das Letras Galegas.

Cuando desgranaba su concepción del galleguismo, Albor defendía, como hizo en una entrevista a este diario, que, "más que una ideología, es un compromiso con la tierra, y son galleguistas los del centro, derecha o izquierda, todos aquellos que se comprometan a luchar por el bienestar de su tierra. Es el amor a Galicia. Y cuando amas a Galicia, y trabajas por ella, por que mejoren sus gentes y su conjunto, eso es el galleguismo". Este ideario no era una prerrogativa exclusiva, a su juicio, de los nacionalistas. En esa línea, fue rotundo al reivindicar que no era "gallego de Estado", sino "gallego de nación", y que por tanto, sin ser antinacionalista, no creía en la Galicia que estos grupos proponían.

Pero antes de conocer a Piñeiro, quien también apostó por su aventajado discípulo cuando le dio su voto en su primera sesión de investidura como presidente de la Xunta pese a que era diputado del grupo socialista, Albor ya se sentía atraído por la res pública. Aseguraba que esa vocación, que nació paralela a la de la medicina, comenzó a fraguarse a los 14 años cuando leía los discursos de Azaña o Gil Robles que recogían los periódicos. Además fue testigo de debates en los que participaría el propio Bóveda, por ejemplo.

Esas primeras inquietudes políticas se tradujeron más tarde en su colaboración con el equipo de Galaxia, con Ramón Piñeiro "especialmente", "en esa lucha que decíamos cultural, pero todo lo que es cultura, también es política". "Hicimos la Fundación Penzol y fui su representante, hicimos el Instituto de Lingua Galega, en la Universidade, hicimos muchos, muchos trabajos, que cuando llegó la autonomía nosotros ya estábamos culturalmente preparados", explicaba.