"La ayuda oficial al desarrollo es la política pública con mayor impacto positivo en las personas más vulnerables de fuera de nuestras fronteras. También es de las políticas, que además de cambiar vidas, más recortes ha sufrido en los últimos años". Es una de las frases que se recogen en el Informe anual la Realidad de la Ayuda, que acaba de publicar Oxfam Intermón.

La Xunta, tras casi una década de recortes y congelaciones de la partida que dedica a la cooperación internacional, la ha incrementado un 20% en los dos últimos años. En 2017, la cuantía se elevó un 7,7% y en 2018, un 11,4%. Sin embargo, sigue en niveles de 2004, ya que entre 2009 y 2016 el recorte fue del 66%. El Ejecutivo gallego ha reservado para el presente ejercicio algo más de 5 millones, por lo que encadena el segundo año de incrementos, tras cuatro de recortes y otros cuatro congelados.

Los 5 millones que Galicia va a invertir en ayuda al desarrollo suponen un 0,05% del presupuesto autonómico, un porcentaje que está por debajo de la media del resto de comunidades (0,07%) y muy lejos del 0,7% que reclaman las organizaciones humanitarias internacionales. Esa cifra también fue un compromiso de PP, PSdeG y BNG cuando firmaron en 2010 el Pacto gallego contra la pobreza. Alcanzar el 0,7% del presupuesto total de la Xunta en 2018 supondrían una partida de 66,4 millones. Muy lejos de los 5 millones actuales.

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El techo histórico de la cooperación gallega fue el 0,1% del presupuesto total de la Xunta que se logró en 2009 frente al 0,04% del período 2014-2017 o el 0,05% de 2018.

A pesar de que desde 2009, el Ejecutivo gallego rebajó tanto el nivel de esfuerzo presupuestario dedicado a cooperación como la inversión por habitante, el alcance de los recortes en el resto de comunidades provocaron que Galicia haya mejorado su posición relativa con respecto al resto de autonomías. Así, pasó de la decimotercera posición de 2010 a la séptima de 2016 por volumen de fondos ejecutados, y de la decimoquinta de 2010 a la undécima de 2016 por esfuerzo inversor.

El Plan Anual 2018 de la cooperación gallega fue aprobado el pasado mes de diciembre en el Consejo Gallego de Cooperación para el Desarrollo (Congacode). Éste es el órgano asesor y de coordinación de la cooperación gallega en el que están representados la Administración autonómica, las Organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) y el resto de los agentes de cooperación.

El Plan Anual 2018 recoge las actuaciones que la Xunta realizará este año en materia de cooperación y da cuenta de las convocatorias que están previstas que se abran (cooperación exterior, educación para la ciudadanía global y acción humanitaria); de los distintos convenios de colaboración que se firmarán; de las seis bolsas de formación en cooperación que se convocarán y, también, de los pasos que se darán en la elaboración del IV Plan Director.

La votación del plan contó con ocho abstenciones, cinco de ellas de los representantes de la Coordinadora Galega de Organizaciones no gubernamentales para el desarrollo. También se habían abstenido en la votación del plan de 2017 y habían votado en contra en la de 2016.

La coordinadora explica esta abstención por "las demandas que desde hace años se están reclamando desde el sector de las ONGD para que el gobierno de la Xunta aumente el presupuesto destinado a la lucha contra la pobreza global luego de los enormes recortes llevados a cabo en los últimos años". Para la agrupación, los 5 millones de presupuesto para este año los considera "insuficientes para la recuperación de los fondos perdidos y lejos del promedio de las comunidades autonómicas en el bienio 2014-2015 de 6,8 millones".

En los últimos doce años, la comunidad gallega ha destinado un total de 85 millones para la ayuda al desarrollo. Más de una treintena de países han recibido las aportaciones de Galicia. La forma de estructurarlas es a través de planes directores cuatrianuales, que marcan las líneas de actuación de cada plan anual. La Xunta acaba de cerrar el tercer plan director, vigente entre 2014 y 2017. Está ejecutado el 99% del presupuesto previsto y se ha desembolsado el 100% de las ayudas comprometidas. En total se subvencionaron 155 proyectos de 34 países. De cada 10 euros, casi siete se destinaron a América Latina.

En cada plan director, el Ejecutivo gallego ha optado por concentrar cada vez más sus esfuerzos. Si en el primero eran 17 los países prioritarios (a los que se añadieron otros tres preferentes y la población de los campos saharauis), en el segundo se rebajaron a 12, además de la población saharaui. En el tercero se han vuelto a reducir a 10: Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, República Dominicana, Bolivia, Ecuador, Perú, Cabo Verde y Mozambique. El 95% de los recursos desembolsados en el exterior en cooperación se invirtieron en esta decena de países.

Proyectos

En este último plan director se subvencionaron 155 proyectos de los que 89 correspondieron a proyectos de cooperación en 15 países, 39 a proyectos de acción humanitaria y 27 a microintervenciones de ayuda humanitaria. En total, se actuó sobre 34 países.

En Perú se financiaron 15 proyectos; Mozambique y Honduras, tuvieron 14 cada uno, y Nicaragua, 12.

En los dos últimos planes directores la Xunta ha optado por centrarse en sectores en los que Galicia tiene un mayor conocimiento. Entre 2014 y 2017 se financiaron 77 intervenciones en los siete sectores de especialización que se habían marcado: agricultura y desarrollo rural, pesca y acuicultura, educación, sanidad y programas/política sobre salud sexual y reproductiva, gestión integral y gobernanza de recursos hídricos, habitabilidad básica y abastecimiento de agua y saneamiento. Estos siete sectores se llevaron el 91% del total de la ayuda desembolsada en cooperación al desarrollo en el exterior.

La forma de comprobar que los planes de ayuda consiguen los resultados previstos es a través del establecimiento de una serie de indicadores. En el tercer plan se estipularon 30 indicadores de los que a finales del año pasado se habían conseguido 25. De cada 10 euros que Galicia desembolsó en ayuda al exterior entre 2014 y 2017, 6,9 se destinaron a América Latina y 2,2 a África subsahariana.

El IV Plan director de cooperación gallega 2018-2021, que acaba de arrancar este año, garantiza un incremento mínimo del presupuesto autonómico destinado a este fin de un 11,4% anual, lo que supone un crecimiento mínimo de más del 40% en los cuatro años.