El Ayuntamiento de Santiago es el primero de Galicia que ha prohibido los pisos de uso de turístico en el caso histórico de Santiago. Pero aún así, considera que hay unos 700 -con 3.000 plazas- operando de forma irregular y que generan un negocio de 8,5 millones de euros sin fiscalizar. Y ayer inició una campaña con una doble vertiente. Por un lado, inspeccionará las viviendas, en colaboración con la Xunta, donde sospeche que se realice esta actividad, y por otro, lanza una campaña para "sensibilizar" a la población del daño que causa la "proliferación" de pisos turísticos.

El impacto lo ha buscado colocando camas en diversos espacios públicos de la zona histórica con carteles advirtiendo que están prohibidos en el centro de Santiago dado que encarecen los precios de los alquileres y provocan el vaciado de población de la almendra. "La proliferación de pisos turísticos promueve la expulsión de los residentes en la zona histórica", aseguró la edil de Turismo, Marta Lois, durante la presentación de la campaña, junto al concejal de Espazos Cidadáns, Jorge Duarte.

La cama estuvo instalada ayer en la plaza del Obradoiro, pero irá rotando por distintos escenarios sin que en ningún caso permanezca más de 24 horas en el mismo sitio.

Por el momento, el Concello ha multado a dos apartamentos por operar en el casco histórico. Las multas oscilan entre los 300 y los 30.000 euros.