"El edificio está abandonado"; "peligro para la población", "expolio y vandalismo"; "riesgo de derrumbe por la proliferación de grietas y maleza que crece entre sus piedras"; "colapso del edificio por falta de mantenimiento"; "caída de muros, invasión de maleza y desaparición parcial de la cubierta"? Son solo algunos ejemplos del estado en el que se encuentran los 23 monumentos gallegos que están incluidos en la Lista Roja de Patrimonio que impulsa la Asociación Hispania Nostra. De los 23, 10 están en Pontevedra, seis en A Coruña, cuatro en Lugo y tres en Ourense.

Esta lista está compuesta en estos momentos por más de 700 joyas arquitectónicas de toda España, de las que más de una veintena se encuentran en la comunidad gallega. En 2014 eran 11 y en 2015, 17. Con respecto al año pasado han entrado seis nuevas y no ha salido ninguna. Porque como reconoce la Asociación Hispania Nostra, este listado está vivo y continuamente se incluyen nuevos bienes y también salen otros que ya no están amenazados, como fue el caso de la Torre de Hércules. El objetivo de esta lista es alertar de los conjuntos patrimoniales que están abandonados, en ruinas o en mal estado de conservación.

En el catálogo de bienes gallegos en mal estado hay de todo: pazos, torres, casas rectorales, pinturas, monasterios, conventos... También hay jardines, puentes, un sanatorio o un barrio entero como el Ferrol Vello. Por provincias, diez de ellos -gana tres con respecto al año pasado- están en Pontevedra (casa de los Duques de Medina de las Torres, pazo y torre de Guimarey, casa rectoral de San Martiño de Borela, pazo de Bergazos o de los Gil de Taboada, jardines del Gran Hotel de Mondariz Balneario, casa Becerra y monasterio de San Pelayo, puente Malvar, pazo de San Antoniño do Pousadoiro y la panificadora de Vigo).

Seis (gana uno) se encuentran en la provincia de A Coruña (barrio de Ferrol Vello, monasterio de Santa María de Monfero, sanatorio de Cesuras, pinturas murales de la iglesia románica de San Xulián de Moraime, pazo de O Casal y la casa Bailly). Tres están en Ourense (monasterios de Santa Comba de Naves y San Paio y convento del Bon Xesús de Trandeiras) y cuatro (gana dos) en Lugo (torres de Taboi, da Fortaleza, de Caldaloba y de los Moreno).

Lista Roja del Patrimonio

Hay varios factores que influyen en el mal estado de estos monumentos, muchos de ellos con más de cinco siglos de antigüedad y que en la mayor parte de los casos son de particulares. Las principales causas son la falta de interés y de dinero de los propietarios de estos bienes.

Entre los seis nuevos monumentos gallegos que han entrado el último año en la lista roja destaca la Casa Bailly, en Cambre. El complejo fue construido en los años 20 y originalmente tenía 30.000 metros cuadrados. Con el estallido de la Guerra Civil la familia Bailly tuvo que abandonarla y fue incautada por La Falange. Fue utilizada para recluir a presos republicanos en sus sótanos, así como para albergar a la Escuela de Mandos del Movimiento y desde 1951 en sus plantas superiores se asentó el Sindicato Vertical. El complejo fue utilizado para rodar parte de la película Todo es silencio de José Luis Cuerda. Según señala Hispania Nostra, en la actualidad la Casa Bailly está "en estado de absoluta ruina, sufre vandalismo constante y está llena de escombros y grafitis. El primer piso es inaccesible".

Hispania Nostra nació en 1977 y su finalidad es "la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural español". Desde noviembre de 2007 impulsa la Lista Roja del Patrimonio que recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentren "sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores", con el objetivo de darlos a conocer y lograr su restauración. Su presidenta de honor es la reina Letizia. Con anterioridad lo fue la reina emérita Sofía.

Aunque no es muy habitual, también hay monumentos que salen de la lista roja. Este fue el caso de la Torre de Hércules, que entró en abril de 2013 no por su mal estado de conservación, sino porque estaba amenazada por un proyecto aprobado por el gobierno municipal del Partido Popular para construir urbanizaciones en su entorno. Finalmente, la Xunta prohibió las viviendas junto a la torre, por lo que el monumento fue retirado de la lista roja en mayo de 2014.

Haz click para ampliar el gráfico