Comprobar el lugar en donde toca hacer las pruebas, no olvidarse el documento de identidad para enseñar al inicio y armarse de lo estrictamente necesario: bolígrafo, boli de repuesto, reloj, calculadora (si es necesario) e incluso un típex, si bien los propios profesionales que se encargan de corregir los exámenes indican que no pasa nada por tachar una palabra o idea, siempre que guarde un orden visual. La identificación de los exámenes se realiza a través de los códigos, método que los propios encargados del aula explican. Los exámenes tienen una duración de 90 minutos, con un descanso de 30 entre los que se plantean en la misma mañana o tarde. Docentes con experiencia en corrección aconsejan leer bien las dos opciones antes de elegir (mejor que cambiar después) y evitar tocar los apuntes en los descansos para evitar confusión.