La marcha de Feijóo a Madrid abre un frente en Galicia y en el PPdeG: buscar relevo al hiperliderazgo de Alberto Núñez Feijóo. Ni Manuel Fraga controló el partido como el hoy titular de la Xunta. No tiene contrapesos ni nadie que le haga sombra en la formación popular.

La tensión y el nerviosismo en el PPdeG es máximo. Como mínimo, nadie quiere perder la cuota de poder que ostenta, y si es posible avanzar, mucho mejor. La rápida dimisión de Mariano Rajoy pilló desprevenidos a casi todos, y el calendario marcado por el expresidene no resulta propicio a los intereses de todos.

Fuentes populares apuntan que si el presidene de la Xunta finalmente da un paso adelante y se hace con las riendas del PP, lo aconsejable sería dejar de forma más o menos inmediata el Gobierno autonómico, y entonces el mejor situado para sucederle será su vicepresidente, Alfonso Rueda. "Puede ser cualquier diputado del PP, pero resultaría extraño que habiendo un vicepresidente en el Ejecutivo, no se le nombrara a él", admiten. Eso sí, "su nombramiento no tiene que significar que automáticamente sea el candidato en 2020", matizan.

Las mismas fuentes no ven tanta urgencia en que Feijóo deje en cambio la presidencia del PPdeG, y apuntan que podría esperar a la celebración de las elecciones municipales, en mayo de 2019, para celebrar el congreso del traspaso de poder en el PP gallego.

Otros dirigentes propugnan que Feijóo compagine Xunta y presidencia del PP y del PPdeG durante un tiempo, pero resultaría muy complicado. En Madrid, la tarea es ingente, y el partido no tiene cuatro años para preparar el asalto a la Moncloa, como muy tarde, dos años, si Pedro Sánchez agota la legislatura.

La transición en Galicia no es inmediata. Antes debe presentarse Feijóo como candidato y después ganar el Congreso Nacoinal. El PPdeG todavía tiene tiempo para cerrar el diseño de la nueva etapa.