La modificación a la baja del impuesto de plusvalía supondrá para los ayuntamientos una merma en sus ingresos, con una caída en la recaudación por ese tributo del 20%, según estimaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias. De mantenerse el ritmo de operaciones de 2016, los 115 ayuntamientos gallegos que aplican este tributo dejarán de ingresar, una vez aprobada la reforma, más de 9 millones al año. La incógnita sigue siendo quién va a asumir la devolución: el Estado o los ayuntamientos. Los concellos tienen claro que si Hacienda no costea las minusvalías, llevarán al Estado a los tribunales.