El nuevo Gobierno del socialista Pedro Sánchez pretende afrontar "de manera inmediata" una de las principales reformas que su antecesor, el popular Mariano Rajoy, no concretó en sus casi dos mandatos: la reforma de la financiación autonómica. Para ello, el actual presidente recibirá "de manera inmediata" a todos los presidentes de las comunidades para encarar una compleja negociación marcada también por el conflicto en Cataluña. Galicia se juega mucho y la Xunta ya se ha posicionado sumando a otras cinco autonomías, a falta de que se una La Rioja. Todas comparten la necesidad de atender el sobrecoste que suponen el envejecimiento o la dispersión. Esta última, por ejemplo, provoca que el transporte escolar en Galicia cueste el triple que la media estatal.

El anuncio de las inminentes reuniones corrió a cargo de la vicepresidenta Carmen Calvo, que no concretó las propuestas del Ejecutivo para retomar una reforma pendiente desde 2014, cuando caducó el actual sistema. El Gobierno del PP fue aplazando su renovación, pero ya contaba con una propuesta del comité de expertos ad hoc.

El debate es tanto técnico, como político. En juego, el dinero para pagar los servicios públicos, pero también el posicionamiento de Sánchez ante Cataluña y sus propios barones o la beligerancia que mostrará Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta y el favorito para suceder a Rajoy al frente del PP. De hecho, existe la posibilidad de que Feijóo acuda a la cita tras postularse al liderazgo de los populares o incluso ya ocupando ese puesto si la cita se retrasa.

Galicia logró unir a su bando a una comunidad popular, Castilla y León, y a dos socialistas, Aragón y Asturias, frente al que se adhirieron Castilla-La Mancha y La Rioja, aunque esta última aún no concretó su pacto. Todas preveían reunirse el lunes pasado, pero la moción de censura alteró la situación política y ese día las miradas se centraron en la reunión el PP en que Rajoy anunció su paso atrás.

Este frente también rechazó ante el Gobierno de Rajoy cualquier prebenda hacia Cataluña, postura que ayer reiteró el socialista Emiliano García-Page, titular de la Junta de Castilla-La Mancha. El asturiano Javier Fernández urgió la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar la reforma, intención que tenía Rajoy antes de perder la Presidencia.

En Galicia, el PP exigió al Gobierno incluir la demanda del citado frente autonómico para que la financiación de las comunidades esté vinculada al "coste efectivo de la prestación de servicios de cada territorio".