La Comisión Europea confirmó ayer de forma oficial que Galicia, al igual que Asturias, quedará conectada en 2020 al Corredor Atlántico de transporte de mercancías por ferrocarril. Como ya había adelantado este diario el 31 de mayo, Bruselas ha aceptado la propuesta del Ministerio de Fomento para que el ramal ferroviario A Coruña-Vigo-Ourense-León forme parte de uno de los corredores transeuropeos que podrán optar a la mayor bolsa de ayudas comunitarias prevista en el sector del transporte. Se trata del Mecanismo Conectar Europa, para los que se destinan un total de 30.600 millones de euros.
De todas formas, esta propuesta aún debe ser refrendada por el Consejo Europeo de Ministros y por el Parlamento Europeo -en lo que se prevé como un mero trámite- en el plazo máximo de un año, con la previsión de que la Cámara lo deje ya aprobado antes de su disolución en 2019 tras la celebración de las elecciones europeas de primavera.
Esta decisión permitirá la conexión ferroviaria de los puertos de la cornisa cantábrica -Vigo y A Coruña junto con Gijón y Avilés- a través de Ourense, León y Palencia para formar parte de una red que atraviesa toda Europa, y de la que hasta ahora habían estado excluidos, en detrimento de otras localidades portuguesas como Oporto, Aveiro o Lisboa. Todo el noroeste español había quedado marginado, fuera de mapa de transporte de mercancías ferroviarias, lo que estrangulaba la capacidad de los puertos y sus posibilidades de ampliar el negocio.
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Con la inclusión de Galicia en la red europea, desde 2021 -año en el que entra en vigor el nuevo programa de fondos europeos- el Gobierno español podrá solicitar la cofinanciación de las obras -a las que Bruselas aporta el 50% de los fondos- con la condición de que toda la red esté finalizada en 2030. La Comisión Europea revisará de 2021 a 2023 el estado de los trabajos para garantizar que estén terminados dentro del plazo previsto.
Pertenecer al Corredor Atlántico es una oportunidad de oro porque concede la opción de financiar con fondos comunitarios la modernización de la línea ferroviaria interior de Galicia y conectarla con los puertos. Pero no garantiza la concesión directa de las ayudas, porque el reparto se hace por concurrencia competitiva y solo se financian los mejores proyectos.
El Corredor Atlántico europeo conectará los puertos gallegos y asturianos con toda la cornisa oeste del continente. Ni Galicia ni el resto de las comunidades del noroeste peninsular estaban integrados en la infraestructura y, por tanto, no se podían beneficiar de los fondos comunitarios para modernizar las vías y de los canales comerciales del tren de mercancías. Estas instalaciones están obsoletas en la comunidad gallega debido a que el tren no llega a los muelles donde se mueven los contenedores de mercancías.
Los gobiernos autonómicos de Galicia, Asturias y Castilla y León celebraron ayer que Bruselas aceptase su propuesta de modificación que habían presentado en una declaración institucional en Santiago el 9 de octubre del año pasado. En este documento reclamaban de forma conjunta ampliar el Corredor Atlántico de mercancías, de modo que se conecte con estas autonomías.
Los tres ejecutivos consideran que su alianza reforzó que el trazado español de la infraestructura incorporase la conexión ferroviaria de los puertos de la cornisa cantábrica a través de Monforte, Ourense, Palencia y León.
También atribuyen esta decisión al "trabajo institucional entre las autoridades españolas y europeas en defensa de la competitividad de los tres territorios". Y aplauden que se recoja su demanda de incluir como complemento del corredor una línea por la costa que permitirá crear un bucle de conexión entre los puertos de la cornisa atlántica similar al del Corredor Mediterráneo.
La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, mostró su "gran satisfacción" por este avance, que considera un "elemento clave" para la competitividad y el tejido empresarial.
La línea ferroviaria A Coruña-Vigo-Ourense-León, en la que además de A Coruña y Vigo entran también Monforte Lugo, Ourense O Barco y Palencia se había quedado fuera de la red oficial de corredores ferroviarios que las autoridades comunitarias aprobaron en el 2010. Según apunta el Ministerio de Fomento en un comunicado, la propuesta española elaborada por este departamento fue remitida en diciembre a Bruselas e incluía además de la ampliación del Corredor Atlántico el del Mediterráneo, también aceptado.
El Ministerio de Fomento se decidió a impulsar el noroeste peninsular tras la acción de presión ejercida por distintos agentes sociales. Porque no solo los ejecutivos autonómicos se había unido en un frente común, sino que antes que ellos las federaciones de empresarios de las tres comunidades habían creado una plataforma para defender los intereses del cuadrante noroeste y elevado sus demandas al Ministerio de Fomento.
