Dos tenientes de la Armada aceptaron ayer una pena de seis meses de prisión por un delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas cuando eran alféreces-alumnos en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra). Otros tres han quedado absueltos.

Inicialmente, estaba previsto que se celebrase ayer el juicio en el Tribunal Militar cuarto de A Coruña, una vista a la que estaban citados más de una treintena de testigos. Sin embargo, tras varias horas para intentar llegar a un acuerdo de conformidad, dos de los entonces alféreces-alumnos aceptaron una pena de seis meses de prisión. Además, deberán pagar una indemnización conjunta de 10.000 euros al denunciante.

En el caso de los otros tres, quedaron absueltos al considerar que "no intervinieron ni antes, ni el día del detonante", según explicó a Europa Press uno de los letrados personados en la causa en relación a las maniobras que tuvieron como detonante la presentación de la denuncia.

Estos hechos se remontan al 12 mayo de 2016 durante unas maniobras en Chinchilla (Albacete), aunque el "acoso y las amenazas" denunciados por la víctima se habría producido también con anterioridad durante toda su etapa de formaciónen la Escuela Naval. La denuncia fue presentada por un compañero de los entonces alféreces (ahora tenientes) a los que la Fiscalía Militar imputaba un delito contra el ejercicio de derechos fundamentales y las libertades públicas. En concreto, según han explicado a Europa Press fuentes del tribunal, les consideraba autores de "amenazas y conductas de menosprecio".

Antes de producirse el acuerdo de conformidad, para dos de los entonces alféreces de la Escuela Naval Militar de Marín, la Fiscalía Militar pedía un año y dos meses de prisión, mientras que para otros tres solicitaba una pena de seis meses de prisión. Por su parte, la acusación particular reclamaba 15 meses de prisión para los cinco alféreces por un delito continuado relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas.

En el caso de dos de ellos, entendía también que hubo un delito de insulto a superior por el que pedía dos años y seis meses de prisión. Subsidiariamente, en caso de no estimarse también esta petición, reclamaba 15 meses de prisión para todos los acusados. La Abogacía del Estado rechazaba que hubiese responsabilidad civil por parte de la Administración, mientras que las defensas solicitaban la absolución.

En su escrito inicial, el fiscal indicaba que los implicados "mantuvieron de forma permanente y continua en el tiempo un trato de desprecio, crítica y burla con comentarios despectivos sobre la falta de aptitud profesional de la víctima".

"Si te cojo fuera te doy una paliza y te arranco los ojos" o "como coincidas en la misma compañía o batallón que yo te vas a cagar, te meto dos tiros y que quedo tan ancho, me voy al penal, me da igual", son algunas de las amenazas que tuvo que soportar la víctima de parte de uno de los acusados, según se recoge en el escrito de acusación que presentaba inicialmente la Fiscalía.

Estos menosprecios se recogen en el auto de procesamiento cuyo contenido se publicó en su momento. El juez instructor señalaba entonces que los acusados "desde el primer curso de la carrera, protagonizaron un trato de desprecio, crítica y burla hacia su compañero alférez con comentarios despectivos sobre la falta de aptitud profesional de la víctima".

En dicho auto se detallaban también algunos de los insultos que tenía que soportar "de forma constante" el denunciante con calificativos como "monstruo, Ígor, o perno". El acoso comenzó en el primer año de carrera, cuando se negó a facilitarle un trabajo de una asignatura al "cabecilla" del grupo.

El Ministerio Público concluyó en su escrito que esta persecución causó en la víctima "un quebrantamiento de la resistencia moral durante los cinco años de carrera" en la Escuela Naval Militar.