La Asociación Forestal de Galicia reclama a la Xunta "líneas de financiación" para limpiar las franjas de seguridad de maleza, pinos y eucaliptos, una operación obligatoria legalmente para prevenir los incendios y que cuesta 50 millones de euros al año, afectando a 150.000 hectáreas. Asumir ese gasto para ellos resulta "inviable". "La normativa de prevención de incendios constituye un intento de cargar sobre los propietarios forestales unas responsabilidades que deben ser conjuntas de toda la sociedad", denuncian.

La AFG celebró ayer en Vilagarcía su asamblea anual, a cinco días de que expire el plazo legal para tener limpias las franjas de seguridad, los terrenos más cercanos a las viviendas.

La Xunta elevó de 30 a 50 metros las distancias de seguridad respecto a las casas, tras rebajarlas respecto a la época del bipartito, el año pasado, tras los incendios que en tres días de octubre calcinaron casi 50.000 hectáreas y mataron a cuatro personas. Esa decisión, censuró ayer la AFG, se tomó "sin consulta ni consenso con el sector, con los consiguientes perjuicios para los propietarios forestales, a los que se hace responsables de la prevención de incendios en un escenario de falta de ordenación territorial y descontrol urbanístico".