"La única medida es apelar a la propia responsabilidad". De esta forma, el portavoz de En Marea, Luís Villares, eludió concretar qué decisiones tomará la dirección del partido ante la negativa a dimitir de la diputada Paula QuinteiroPaula Quinteiro, que le exigieron el 85% de los militantes que participaron en la consulta interna tras haber exhibido su carné parlamentario en un altercado con la Policía.

El referéndum interno, que alcanzó casi un 40% de participación del censo de En Marea, no es vinculante, pero presiona a Quinteiro para que renuncie a su escaño por usar su cargo público para un "asunto personal".

Villares se limitó a decir, tras la insistencia de la prensa, que "ya hablará la coordinadora", sin concretar si, por ejemplo, firmaría la expulsión de la parlamentaria al grupo mixto, lo que haría perder a En Marea la condición de líder de la oposición en beneficio del PSdeG y sería una medida en contra de la amplia mayoría del grupo parlamentario rupturista.

Aun así, quiso diferenciar los procesos "transparentes" que afronta En Marea frente a la "opacidad del PP", citando como ejemplos. "No quieren decir quién les pasa las fotos de Marcial Dorado ni decir dónde están las cartas de encargo a KPMG [sobre la auditoría de la fusión de las cajas de ahorro]", dijo.

También se refirió a la salida de En Marea del alcalde de Teo, Rafa Sisto, que relevó en el cargo a Martiño Noriega, hoy alcalde de Santiago. Alega el "proceso inquisitorial" llevado a cabo contra Quinteiro.

"En Galicia hay dos opciones antagónicas: el PP, el barco pirata de la corrupción y el saqueo, como dijo la Audiencia Nacional, y En Marea, un proyecto de regeneración ética y democrática y de justicia social. Solo hay estos dos proyectos hoy en día en Galicia encima de la mesa, con solvencia y capacidad para transformar el país. En nuestro barco de la dignidad y la regeneración no sobra nadie", alegó.